Inforegión.- Del 2 al 5 de marzo, el centro poblado de Tambogan, en el distrito de Churubamba, Huánuco, se prepara para celebrar el tradicional carnaval del Tinkuy, también conocido como el carnaval de la guerra de las naranjas. Este evento, que fue declarado Patrimonio Cultural y Material de la Nación en 2015, tiene una profunda conexión con la historia de resistencia de los pueblos indígenas de la región, rememorando la sublevación contra los colonizadores españoles en 1812.
Según Marino Palomino, autoridad comunal de Tambogan, el carnaval es una representación histórica de la lucha entre indígenas peruanos y españoles. “Es una danza histórica que hace una réplica de nuestra guerra, esa guerra que tuvo lugar entre los peruanos y los españoles. Esta recreación se realiza sobre el escenario del puente Huayopampa, que fue testigo de este levantamiento”, comentó Palomino. El evento recuerda el levantamiento de los pobladores de Tambogan y otras comunidades cercanas, que apoyaron a los insurgentes en su lucha contra el dominio español.
La naranja como símbolo de resistencia
Una de las particularidades más destacadas de este carnaval es el uso de las naranjas como «munición» en la danza. Las mujeres representan a los pueblos indígenas que, con valentía, se enfrentaron a los colonizadores, mientras que los hombres, simbolizando a los españoles, son los «perdedores» en esta lucha de tradición y resistencia. “Las mujeres representan a los peruanos y los varones representamos a los españoles. Siempre las mujeres ganan, y los varones perdemos como los españoles”, explicó Palomino.
El carnaval, que revive la historia mediante esta danza simbólica, tiene un carácter festivo pero también educativo, ya que permite a los participantes y visitantes conocer más sobre los eventos históricos que marcaron la independencia del Perú. La naranja, además de representar la munición de la época, simboliza la resistencia del pueblo huanuqueño en un momento de gran tensión histórica.
Un evento que atrae a turistas de todo el mundo
El carnaval de Tinkuy ha crecido con los años, no solo en número de participantes, sino también en su capacidad para atraer a turistas nacionales e internacionales. Según Palomino, el año pasado, el evento recibió a más de 100 turistas extranjeros de países como Argentina, Cuba, México y Colombia, sumados a los miles de visitantes locales y nacionales. “El año pasado casi nos faltó espacio para los turistas, especialmente para los extranjeros. A pesar de los recursos limitados, siempre nos hemos esforzado por recibirlos”, destacó el dirigente comunal.
Este año, las expectativas son aún mayores. Se espera recibir una cifra récord de turistas, con la mejora de la infraestructura local, incluyendo hospedaje, gastronomía, y acceso a los sitios turísticos. “Estamos organizando todo para recibir más turistas. Pensamos doblar la cantidad de visitantes del año pasado, que fue alrededor de 2000 personas”, mencionó Palomino, quien invitó a todos los interesados a participar en esta celebración única de la cultura huanuqueña.
El carnaval de Tinkuy, más que una fiesta popular, es una manifestación de identidad y resistencia que se transmite de generación en generación, celebrando tanto la historia como la cultura de los pueblos originarios de Huánuco.