Inforegión.- Un nuevo reporte de la plataforma RAMI (Monitoreo de Minería Satelital con Imágenes de Radar), elaborado por Conservación Amazónica (ACCA), revela que la minería aurífera sigue causando una fuerte pérdida de bosques en la Amazonía peruana. Solo en marzo de 2025 se registraron 27 957 alertas por deforestación vinculada a esta actividad, tanto dentro como fuera del corredor minero autorizado en el sur del país.
Entre las zonas más afectadas están la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri y la Comunidad Nativa Boca del Inambari, en Madre de Dios, además de concesiones mineras bloqueadas y áreas destinadas a la reforestación.
Impacto en áreas protegidas y comunidades indígenas
Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es la presencia de actividad minera en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri, donde se detectaron 50 alertas y la pérdida de 5500 m² de bosque. ¿Por qué esto es tan grave? Las zonas de amortiguamiento son áreas que rodean y protegen las reservas naturales, evitando que actividades como la minería ilegal amenacen tanto su biodiversidad como los territorios de las comunidades indígenas que dependen de ellas. Actúan como un “escudo”, pero las actividades ilegales siguen infiltrándose, debilitando esta protección.
En la Comunidad Nativa Boca del Inambari también se detectaron 28 alertas que resultaron en la pérdida de 0.82 hectáreas de bosque.
Concesiones bajo presión minera
Las concesiones destinadas a la reforestación tampoco están libres del avance de la minería. La Concesión Juan Vara Surco registró 21 alertas y una pérdida de 0.68 hectáreas de bosque. Asimismo, en la Concesión Minera Bloqueada Carmen Quispe Sarmiento se detectaron 18 alertas que suman 0.79 hectáreas deforestadas.
“En el mapa de concentración de alertas de deforestación por minería se observa que una zona del río Malinowski cercana a La Pampa presenta las mayores concentraciones de alertas debido a la actividad minera. Asimismo, se observan zonas de concentración de alertas entre los ríos Madre de Dios e Inambari”, resalta el informe.
Detectan balsas mineras en Loreto
El boletín RAMI también destaca la continuidad de actividad minera en ríos de Loreto. En marzo, se detectaron seis nuevas infraestructuras mineras en el río Mazán, pero la situación es aún más grave en el río Nanay, donde se hallaron 14 nuevas infraestructuras. Muchas de ellas son balsas que operan directamente sobre el agua realizando minería activa.
Cabe resaltar que no es la primera vez que se detectan estas dragas en el río Nanay. Según el mismo informe, en febrero ya se habían registrado 35 balsas mineras, y en diciembre, 41. La presencia de estas estructuras representa un riesgo adicional para los ecosistemas fluviales y la calidad del agua en zonas que abastecen a poblaciones locales. Además, el incremento de actividad minera en Loreto marca una preocupante expansión hacia regiones donde esta práctica había sido menos común.
Monitoreo y control de la minería ilegal
RAMI es una iniciativa del Observatorio de Minería Ilegal, un espacio especializado que reúne a la sociedad civil y expertos para monitorear el cumplimiento del marco legal, identificar amenazas y evaluar los impactos de la minería ilegal con el objetivo de prevenir y mitigar sus efectos socioambientales.