OXAPAMPA. En un descubrimiento que reafirma el endemismo de los ecosistemas peruanos, un grupo de botánicos ha identificado dos nuevas especies de plantas del género Themistoclesia en el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, ubicado en la provincia de Oxapampa, región Pasco. Las nuevas especies, denominadas Themistoclesia david-smithii y Themistoclesia gigantiflora, destacan no solo por sus características morfológicas únicas, sino también por su exclusividad geográfica, al ser endémicas de esta área natural protegida.
El hallazgo fue realizado por los investigadores James L. Luteyn, Edgardo M. Ortiz y Paola Pedraza-Peñalosa. Ellos detallaron su descubrimiento en un artículo publicado en la revista especializada Phytotaxa. Según el estudio, ambas especies habitan en áreas de transición entre los bosques montanos y los pastizales de puna, a elevaciones de entre 3300 y 3600 metros sobre el nivel del mar.
La Themistoclesia david-smithii presenta una combinación de características que la diferencian de otras plantas de su género. Es una especie que puede crecer de manera terrestre o epífita, alcanzando alturas de hasta cuatro metros. Su inflorescencia es de tipo racemosa, con tres y 12 flores que, en algunos casos, se desarrollan directamente sobre el tallo, un fenómeno conocido como caulifloria.
Las flores, de tonos rojo oscuro a rosado con lóbulos blanquecinos, destacan por su forma urceolada (de urna) y por ser de gran tamaño, alcanzando hasta 23.5 mm de longitud. Themistoclesia david-smithii se distribuye únicamente en el sector Santa Bárbara, dentro del PNYCh, y se encuentra en hábitats de transición, alternando con pastizales andinos.
La planta de las «corolas gigantes»
Por otro lado, la Themistoclesia gigantiflora hace honor a su nombre gracias a las dimensiones de sus flores. Con corolas de hasta 33 mm de diámetro, esta especie posee las flores más grandes de todo el género Themistoclesia. Sus pétalos son de color blanco con un tono verdoso hacia el extremo, y crecen en pequeños fascículos de una a dos flores, a menudo también desarrollándose en el tallo.
El tamaño y la estructura de esta planta la convierte en una rareza dentro de su grupo. Los investigadores resaltan que T. gigantiflora es un arbusto que puede adoptar un hábito de crecimiento trepador, alcanzando hasta siete metros de longitud. Su presencia ha sido confirmada sólo en la zona de amortiguamiento del PNYCh, en las cercanías del caserío de Santa Bárbara.
Conservación y biodiversidad de especies
El descubrimiento de estas dos especies subraya la necesidad de reforzar la conservación de los ecosistemas andinos y proteger sus hábitats, que enfrentan crecientes amenazas como el cambio climático y la presión antrópica. Las montañas de la zona núcleo de la Reserva de Biósfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha (BIOAY) constituyen un refugio para muchas especies únicas, cuya protección es fundamental para preservar la biodiversidad global.
“El trabajo de describir y catalogar especies es vital para la conservación”, señalaron los autores del estudio. En este contexto, el reconocimiento y descripción de estas nuevas Themistoclesia representa el primer paso hacia una mejor protección de estas plantas, que podrían enfrentar riesgos de extinción debido a la alteración de su entorno.
Perspectivas futuras para la investigación botánica
Los investigadores destacan que el estudio de la flora de los Andes centrales aún está lejos de ser exhaustivo. Nuevas exploraciones en zonas remotas podrían arrojar más sorpresas, como otras especies desconocidas o variaciones dentro de las ya identificadas. Este descubrimiento es un llamado a fortalecer el trabajo de campo y el apoyo institucional para proteger y estudiar la biodiversidad de manera integral.
Además, los hallazgos refuerzan la relevancia de las áreas naturales protegidas como centros de conservación y fuentes de conocimiento científico. La colaboración entre instituciones científicas, como el Jardín Botánico de Nueva York y universidades locales, ha sido clave para realizar estudios botánicos en profundidad, como el liderado por Luteyn, Ortiz y Pedraza-Peñalosa.
Un legado para la botánica
El nombramiento de Themistoclesia david-smithii es un homenaje al botánico David N. Smith, cuya dedicación contribuyó al estudio de las flora andina de Perú y Bolivia. Por su parte, a la Themistoclesia gigantiflora se le reconoce por su imponente tamaño floral, un atributo que la convierte en una de las joyas botánicas del Parque Nacional Yanachaga Chemillén. Ambos descubrimientos reflejan la riqueza de los ecosistemas peruanos y la importancia de su protección.
Fuente: Two new Themistoclesia (Ericaceae: Vaccinieae) from Peru / Phytotaxa