La demanda de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) para eliminar la restricción de capturar anchovetas menores de 12 centímetros genera controversia. El gremio pesquero presentó esta solicitud ante Indecopi, buscando que se declare la norma en disputa como una “barrera burocrática ilegal y/o carente de razonabilidad”. Organizaciones ambientales y comunidades que dependen de este recurso han expresado su preocupación por esta demanda.
En una primera nota, Inforegión profundizó en el escenario que rodea esta demanda y los riesgos asociados a la captura de anchovetas juveniles. En este nuevo informe, presentamos las opiniones de expertos que temen por la sostenibilidad del recurso y el equilibrio ecológico, y analizamos los posibles impactos en los pescadores, tanto artesanales como industriales, si la SNP logra su objetivo.
La talla mínima de 12 cm en disputa
El centro de la demanda del gremio pesquero se enfoca en la talla mínima de captura de 12 centímetros, establecida en 2001 para asegurar que las anchovetas alcancen la madurez reproductiva y promover la sostenibilidad del recurso. Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, señala que una pesca descontrolada de juveniles no solo afectaría a la población de anchovetas, sino a todo el ecosistema marino dependiente de ellas.
El experto explica: “Si extraemos un millón de toneladas de juveniles, estamos perdiendo potencialmente una gran cantidad de biomasa futura”. Esto se debe a que, al alcanzar la madurez, los juveniles de anchoveta experimentan un considerable incremento en su biomasa en un año. Por lo tanto, la talla mínima es una estrategia clave para conservar el recurso, garantizando que una proporción importante de la población tenga la oportunidad de reproducirse y mantener el ciclo vital de la especie.
En una nota previa informamos sobre cómo funcionarios del Instituto del Mar del Perú fueron acusados de manipular datos sobre la anchoveta, contribuyendo a su sobreexplotación. “Con este antecedente qué podemos pensar del sinceramiento de los reportes que se emiten diariamente”, señala Lorenzo Vásquez, secretario general del Sindicato de Pescadores de Chimbote. Para él, la manipulación de reportes sobre la captura de juveniles es un problema recurrente que exige una investigación más profunda.
Disminución del recurso y baja remuneración para pescadores
El pescador industrial también denuncia que la sobrepesca y las cuotas excesivas están provocando una reducción en el tamaño de la anchoveta, impidiendo que la especie se regenere adecuadamente. “Se está generando una sobreexplotación del recurso, que es algo que venimos diciendo desde hace muchos años, (…) algo que afecta la canasta familiar”, subraya.
Resalta que, contrariamente a lo que podría pensarse, la captura de juveniles también perjudica a los pescadores industriales. ¿Cómo? Explicó que estos peces, al ser más pequeños, son mucho más frágiles, se descomponen rápidamente, pierden grasa y agua, y llegan en malas condiciones a la planta de procesamiento. Esto reduce su peso, lo que se traduce en una menor remuneración: “No nos conviene traer pesca juvenil, nos conviene de 12 cm para arriba. Si es de 16 cm mucho mejor porque ese pescado no se deshidrata tan rápido y llega entero a la planta, bota buen peso y la empresa paga el precio adecuado”.
Esta problemática se refleja en un informe de Oceana sobre los datos pesqueros de 2023, que muestra una disminución del 51% en los desembarques de anchoveta destinados a la producción de harina y aceite de pescado en comparación con 2022. Este descenso se debe a condiciones oceanográficas adversas, pero también a la alta proporción de juveniles en las capturas. La producción de aceite, obtenido al procesar anchoveta para harina, cayó al 19% en 2023. ”Ello se explica por el muy bajo contenido de grasa en la anchoveta y la alta proporción de juveniles en las capturas”, resalta el informe.
Pescadores se ven obligados a desplazarse
Por su parte, José Hernández, pescador artesanal y miembro del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Paracas, rechaza la propuesta de la SNP y advierte que la anchoveta muestra signos de disminución debido a la sobrepesca. Ante esta situación, los pescadores artesanales se ven forzados a explorar otras zonas en busca de nuevos recursos.
“Se ven obligados a desplazarse de los lugares donde han trabajado durante años porque los recursos se están agotando. En Pisco, la disminución de la pesca nos preocupa cada día. Ahora debemos trasladarnos a otras zonas porque la pesca ya no es como antes, y es por la actividad industrial”, comparte. “Es incomprensible esta actitud que va en contra de preservar este valioso recurso. Es preocupante el destino de todos los pescadores artesanales del litoral peruano. Nos mantenemos atentos”, concluye.
¿Qué está en juego?
La denuncia de la SNP llega en un momento crítico. En 2023, la biomasa de anchoveta se redujo a 6, 45 millones de toneladas, muy por debajo de su nivel habitual de 10 millones. Debido a que la anchoveta no se encontraba en tamaño adecuado, en 2023 no hubo primera temporada de pesca en la zona del norte y centro. Vásquez añade: “En las tres temporadas pasadas, la segunda del 2022 y las dos del 2023, prácticamente no hemos tenido buenos resultados. Salimos y encontramos pura pesca chiquitita de hasta 10 y 11 cm y, aún así, la SNP no paró”.
El proceso del gremio pesquero ante Indecopi aún está pendiente de resolución, y diversos actores se mantienen alerta ante sus posibles implicancias. Hasta el momento, el único gremio de pescadores que expresó una postura pública es el Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos. Su comunicado rechaza la demanda y recuerda que la talla mínima de la anchoveta se estableció mediante una resolución ministerial en 1974, en respuesta al colapso de la población de anchoveta causado por la pesca indiscriminada.