La mañana de este 1° de agosto, en medio de las tareas de monitoreo diario que realiza Refinería la Pampilla tras el derrame de enero de 2022, trabajadores contratados por la empresa encontraron manchas de petróleo en las playas Cavero y Delfines, en Ventanilla. Los hallazgos han sido comunicados al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
De acuerdo al comunicado emitido por la empresa, estas manchas no provienen del crudo derramado en enero de 2022 “ni pertenecen a ninguna otra operación vinculada a Repsol o a Refinería La Pampilla, sino que parecen ser un hidrocarburo pesado, un combustible residual usado por embarcaciones e industrias. Por su apariencia “fresca” (tiene iridiscencia, es decir, brillo de colores), su consistencia, olor y color, es técnicamente imposible que provenga del crudo derramado en enero de 2022, pasados 18 meses de oxidación y degradación”.
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Se han tomado muestras que serán analizadas en un laboratorio acreditado de Houston para los exámenes forenses de Fingerprint, un análisis químico que determina el real origen y procedencia de cualquier hidrocarburo.
Repsol ha informado ante la OEFA que en los últimos meses se han identificado diversos hallazgos de hidrocarburos que, de acuerdo al análisis de Fingerprint, no pueden atribuirse a sus operaciones, sino que son consecuencia de actividades económicas (aceites quemados, lubricantes usados, combustible de embarcaciones, residuos de desagües industriales, entre otras) y malas prácticas ambientales de zonas urbanas desde Ventanilla a Chancay.