MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) –
Un nuevo estudio sobre cuatro especies de pinzones de Darwin de las Islas Galapagos ha permitido confirmar que la diversidad de especies evoluciona a través de la adaptación a diferentes recursos.
Los biólogos evolucionistas han sospechado durante mucho tiempo que la diversificación de una sola especie en múltiples especies descendientes (es decir, una “radiación adaptativa”) es el resultado de la adaptación de cada especie a un entorno diferente. Sin embargo, las pruebas formales de esta hipótesis han sido difíciles de alcanzar debido a la dificultad de establecer firmemente la relación entre los rasgos de las especies y la “aptitud” evolutiva para un grupo de especies relacionadas que recientemente se separaron de una especie ancestral común.
Un equipo global de biólogos dirigido por la Universidad McGill ha recopilado casi dos décadas de datos de campo (que representan el estudio de más de 3.400 pinzones de Darwin en las Islas Galápagos) para identificar la relación entre los rasgos del pico y la longevidad de pinzones individuales de cuatro especies diferentes.
Seleccionado recientemente como artículo de elección del editor para la edición de diciembre de Evolution, el estudio utilizó datos de cuatro especies, todas las cuales evolucionaron a partir de un único ancestro común hace menos de 1 millón de años. Los investigadores construyeron un “paisaje físico” detallado para predecir la probabilidad de longevidad de un individuo en relación con los rasgos de su pico.
Descubrieron que los pinzones con los rasgos típicos del pico de cada especie vivían más tiempo, mientras que aquellos que se desviaban de los rasgos típicos tenían una menor supervivencia. En resumen, los rasgos de cada especie corresponden a picos de aptitud que pueden compararse con montañas en un mapa topográfico separadas de otras montañas por valles de menor aptitud.
“Las especies biológicas son diversas en su forma y funciones principalmente porque los rasgos individuales, como los picos, son seleccionados por el entorno en el que se encuentran las especies”, dijo en un comunicado el autor principal Marc-Olivier Beausoleil, investigador doctoral de la Universidad McGill supervisado por el profesor Rowan Barrett.
En consecuencia, “la diversidad de la vida es producto de la radiación de especies para especializarse en diferentes ambientes; en el caso de los pinzones de Darwin, esos ambientes son diferentes tipos de alimentos”, añade el profesor Andrew Hendry, que forma parte del proyecto desde hace más de 20 años.
Quizás sorprendentemente, los investigadores también encontraron que las diferentes especies de pinzones estudiadas no han alcanzado la cima de su “montaña” de aptitud física, lo que sugiere que cada especie no está perfectamente adaptada a su tipo de alimento. Queda por ver si esa “perfección” finalmente evolucionará.