El cacao de Tingo María ha alcanzado precios históricos en 2024, generando un impacto positivo en la economía de los productores locales. Según Richard Upiachihua, gerente general de Azzaggio, el precio del cacao convencional ha subido a 36 soles por kilo, mientras que el cacao aromático alcanza hasta 40 soles. Este incremento ha permitido que muchos productores, que antes consideraban vender sus tierras, puedan mantenerse en el negocio y mejorar sus condiciones de trabajo.
“Hace dos años algunos productores querían vender sus parcelas porque no les alcanzaba para la canasta familiar, pero hoy hay un fortalecimiento”, señala Upiachihua. Este crecimiento no solo beneficia a los agricultores, sino que también genera empleo en la zona y fortalece la agroindustria regional.
Reconocimientos en el extranjero
El prestigio del cacao tingalés ha trascendido fronteras. En junio de 2024, cinco chocolateros de la región fueron premiados en el Cuarto Concurso Internacional de Chocolates Elaborados en el Origen, organizado por Agence pour la Valorisation des Produits Agricoles (AVPA), en París. Empresas como Azzaggio, Diha, Milan, Chocomikhuna y Wayu destacaron por la calidad e innovación de sus productos, combinando el cacao con frutos tropicales y hierbas aromáticas. Asimismo, en octubre, algunos chocolateros viajaron a Francia para participar en el Salón de Chocolate en París.
“Nosotros creemos que Huánuco puede ser reconocido como una industria que prepara chocolates de calidad, manteca y pasta de cacao de primer nivel”, afirma Upiachihua. Además, resalta la importancia de realizar pasantías en mercados internacionales para consolidar la presencia del cacao peruano en el extranjero.
Más producción y nuevas oportunidades
El alza de precios ha incentivado un aumento en la producción. Hasta hace unos años, el rendimiento por hectárea era de 400 a 500 kilos, pero actualmente algunos productores cosechan entre 800 y 1200 kilos. Este incremento ha permitido que los agricultores inviertan en mejoras como sistemas de riego y almacenamiento adecuado del grano.
Sin embargo, Upiachihua advierte que el mercado es cambiante y que Perú enfrenta competencia de otros países como Ecuador. “Nosotros tenemos algo que otros no tienen: una geografía diversa que nos permite hacer un cacao de calidad”, señala.
El reto ahora es consolidar la presencia del cacao peruano en mercados internacionales y aprovechar el buen momento para fortalecer la producción. “Es una oportunidad que no podemos dejar pasar. Debemos organizarnos, mejorar nuestras técnicas y buscar alianzas para seguir creciendo”, concluye Upiachihua.