El congresista Wilson Soto ha puesto en el ojo del huracán a OSITRAN, exigiendo explicaciones detalladas sobre el cobro de la Tarifa Unificada por Uso de Aeropuerto (TUUA) y el uso limitado de infraestructura aeroportuaria que, según él, contribuyó al colapso del nuevo Aeropuerto Jorge Chávez. A través de dos oficios enviados a la presidenta ejecutiva de OSITRAN, Verónica Zambrano, Soto busca esclarecer posibles conflictos de interés y decisiones que habrían afectado la operatividad del terminal aéreo.
En el primer oficio, el congresista solicita información precisa sobre el monto que OSITRAN recibiría por concepto de la tarifa TUUA de transferencia, además de los ingresos que percibiría el Estado por este mismo concepto. Soto ha manifestado su preocupación sobre el hecho de que OSITRAN reciba beneficios económicos por una tarifa que la misma entidad aprobó, lo cual, a su juicio, genera un conflicto de interés que debe ser investigado con urgencia.
En el segundo oficio, Soto pide documentos relacionados con el rechazo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a la propuesta de Lima Airport Partners (LAP) de operar dos terminales aéreos simultáneamente en 2021. Aunque OSITRAN dio su opinión favorable a la propuesta, la negativa del MTC habría contribuido al caos experimentado durante los primeros días de operación del nuevo aeropuerto, afectando el flujo de pasajeros. El congresista considera que, si la decisión del MTC ignoró la recomendación técnica de OSITRAN, se trata de una grave omisión que debe aclararse.
Ambos oficios se enmarcan dentro de las facultades de fiscalización del congresista y buscan arrojar luz sobre las presuntas fallas y abusos en la gestión de la infraestructura aeroportuaria, especialmente en un momento de gran importancia como la inauguración del nuevo terminal aéreo.