Cerrón y su interpretación de la vacancia
El exgobernador de Junín y líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, publicó un mensaje en redes sociales tras la votación que destituyó a Dina Boluarte con 121 votos en el Congreso. En su tuit, afirmó que el desenlace era previsible y que la alianza entre el Legislativo y Boluarte solo tenía como objetivo consolidar la vacancia de Pedro Castillo en 2022.
“No es cuestión de profecía. Era fácil darse cuenta de los plazos de una alianza. Esta solo puede sostenerse para derrotar al enemigo común [Castillo], constitucionalizar el golpe de Estado, para luego disputar la hegemonía”, escribió el dirigente.
La tesis del “golpe constitucionalizado”
Cerrón, prófugo de la justicia desde que se dictó en su contra una orden de captura por corrupción, planteó que el Congreso esperó a que pasara el plazo de dos meses y diez días, tiempo en el cual ya no podía ser disuelto constitucionalmente, para luego romper con Boluarte y asegurar su control político.
Con este argumento, el líder de Perú Libre intenta reforzar la narrativa de que tanto su destitución como la de Pedro Castillo responden a un golpe de Estado encubierto bajo mecanismos constitucionales.
Ruptura con Dina Boluarte
Aunque Dina Boluarte llegó a la presidencia como vicepresidenta electa en la plancha de Perú Libre, su relación con Cerrón y el partido quedó fracturada desde el inicio de su gestión. La ahora expresidenta se alejó del ideario cerronista y se acercó a sectores conservadores del Congreso, lo que generó una confrontación abierta con el partido que la llevó al poder.
Para Cerrón, su destitución confirma que esa alianza con el Legislativo tenía fecha de caducidad. “Ese es el camino natural de toda alianza política”, concluyó en su tuit, sugiriendo que la ruptura era inevitable una vez cumplido el objetivo de remover a Castillo del poder.
¿Qué busca Cerrón con este mensaje?
La reaparición de Cerrón en medio de la crisis política busca mantener presencia en el debate nacional pese a su condición de prófugo. Su lectura intenta capitalizar el malestar social y reposicionar a Perú Libre como una fuerza que fue traicionada tanto por Boluarte como por el Congreso.
La pregunta es si este discurso tendrá eco real en la ciudadanía o si, por el contrario, quedará como una intervención aislada en un escenario donde el liderazgo político de Cerrón se encuentra debilitado por sus procesos judiciales y su ausencia del país.