Vladimir Cerrón, prófugo de la justicia y fundador de Perú Libre, reapareció en una transmisión en vivo por TikTok, la red social que se ha convertido en su principal escaparate político. Desde la clandestinidad, arremetió contra sus exaliados Pedro Castillo, Betssy Chávez y Aníbal Torres, a quienes acusó de traición y responsabilizó por las muertes en las protestas ocurridas tras la caída del gobierno de Castillo en diciembre de 2022.
El exgobernador de Junín, buscado por la Policía Nacional del Perú y la Interpol por un caso de financiamiento ilegal de su partido, volvió a desafiar a las autoridades con un mensaje de confrontación. “Son responsables también de la muerte de esos 70 hijos del pueblo”, afirmó, acusando directamente a quienes fueron sus compañeros más cercanos en el poder.
Cerrón usa TikTok para evadir y atacar
Pese a estar en la lista de los más buscados del país, Cerrón ha encontrado en TikTok una tribuna para llegar a su militancia y sumar seguidores. En esta plataforma realiza transmisiones en vivo donde mezcla discurso ideológico, críticas a sus adversarios y mensajes de fidelidad partidaria.
Durante su última aparición, no solo recordó las disputas internas con Castillo desde la segunda vuelta electoral de 2021, sino que además aseguró que la traición empezó cuando el entonces candidato presidencial cambió el programa original de Perú Libre para crear el llamado “Plan Bicentenario” junto al hijo del aprista Jorge del Castillo.
“Pedro Castillo no nos traiciona en el gobierno. Castillo nos traiciona ya para la segunda vuelta porque ahí cambia el programa del partido”, declaró Cerrón, en un intento de marcar distancia entre el ideario de su agrupación y las decisiones que llevaron a Castillo al poder.
El señalamiento a Betssy Chávez y Aníbal Torres
El líder de Perú Libre no se limitó a criticar a Castillo. También lanzó duros ataques contra Betssy Chávez y Aníbal Torres, dos figuras que ocuparon cargos clave en el gobierno y que terminaron procesados por el fallido golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022.
Cerrón aseguró que ambos son corresponsables de los hechos violentos posteriores y acusó a Chávez de haber apoyado el “copia y pega” del discurso golpista de Castillo. “De llegar el señor Aníbal Torres con la señora Betssy Chávez, pueden estar seguros que los caviares van a seguir gobernando este país”, añadió, dejando en claro su rechazo a quienes considera “traidores del pueblo”.
¿Puede un prófugo postular en 2026?
Uno de los momentos más polémicos de la transmisión ocurrió cuando Cerrón habló sobre las elecciones generales de 2026. Pese a estar prófugo, investigado y con procesos abiertos, sostuvo que confía en que podrá participar como candidato presidencial.
En un tono desafiante, afirmó que respeta las opiniones de quienes no respaldan su candidatura y deslizó que podría tener como compañero de fórmula al congresista Flavio Cruz, de Perú Libre. Su mensaje se centró en un punto: la fidelidad partidaria. “No se puede permitir de que yo entro por el partido A y que el pueblo me elija por el partido A y acabe en el partido Z. Eso no puede ser”, sentenció, criticando a los congresistas tránsfugas.
La pregunta clave es: ¿la justicia permitirá que un prófugo intente competir en elecciones presidenciales? El marco legal peruano establece que quienes tengan sentencias firmes por delitos dolosos no pueden postular, pero Cerrón aún no ha sido condenado en última instancia. Ese vacío abre un escenario de incertidumbre.
Cerrón contra el sistema y el fantasma del 2022
El discurso del exgobernador no solo revive las heridas del quiebre político de 2022, sino que también pone de relieve las divisiones al interior de la izquierda peruana. Su insistencia en señalar a Castillo, Chávez y Torres como responsables de la crisis busca reposicionarlo como líder de un sector que se sintió traicionado por las alianzas de aquel gobierno.
Sin embargo, el hecho de que sus apariciones públicas se den mientras está prófugo añade un componente de impunidad. Cerrón proyecta una imagen de desafiante: no se oculta del todo, pero tampoco enfrenta los procesos judiciales que tiene en curso.
Una narrativa de víctima y líder
El mensaje de Cerrón combina dos elementos: victimización y liderazgo. Por un lado, se presenta como el dirigente fiel al programa original de Perú Libre, quien habría sido traicionado por sus aliados. Por otro, utiliza su discurso para consolidar una narrativa de resistencia frente a un sistema judicial que —según él— lo persigue injustamente.
Con esta estrategia, busca mantener cohesionada a su base militante y proyectar la idea de que, pese a estar en la clandestinidad, sigue siendo una figura con capacidad de marcar agenda política. El riesgo para la institucionalidad peruana es que esta retórica refuerce la polarización y legitime la evasión de la justicia.
La aparición de Vladimir Cerrón en TikTok confirma que el líder de Perú Libre no tiene intención de mantenerse en silencio ni de rendirse ante las autoridades. Sus ataques contra Pedro Castillo, Betssy Chávez y Aníbal Torres no solo exponen la fractura de la izquierda, sino que también buscan reposicionarlo de cara a las elecciones de 2026.
Sin embargo, la pregunta central persiste: ¿puede un prófugo construir una candidatura presidencial sin antes responder a los procesos judiciales que lo persiguen? Mientras la justicia no logre resolver este dilema, Cerrón continuará utilizando las redes sociales para alimentar su figura de “perseguido político” y mantener viva su influencia en el tablero político nacional.