Mario Vargas Llosa, reconocido escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura, realizó una visita al penal de Lurigancho, un lugar clave en su novela Historia de Mayta. Este establecimiento penitenciario, situado en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho, cobra una especial relevancia en los últimos capítulos de la obra publicada en 1984. En ella, el autor aborda la compleja realidad política del Perú en los años 80, marcada por el terrorismo y las luchas ideológicas.
Durante su recorrido por Lima, Vargas Llosa busca reconectar con los sitios que influenciaron profundamente su vasta producción literaria. A través de estas visitas, el escritor recuerda y revive los espacios que inspiraron sus relatos, entre los cuales destaca este penal. Lurigancho se convierte en un testimonio tangible de las contradicciones del poder y de los movimientos de resistencia que definieron una generación en el Perú.
Aunque en su novela nunca se menciona explícitamente al penal de Lurigancho, el lugar juega un papel esencial en el desarrollo de la trama. La prisión simboliza la opresión y la violencia de una época difícil, donde los personajes se ven atrapados entre sus ideales y la dura realidad del conflicto armado. En Historia de Mayta, este espacio se convierte en un punto de quiebre para la historia y los destinos de los protagonistas.
Para Vargas Llosa, Lurigancho no es solo un sitio físico, sino un símbolo de los dilemas y contradicciones que marcaron la historia reciente del país. Con su visita, el escritor no solo revive el pasado, sino que también rinde homenaje a esos lugares que continúan siendo parte esencial de la memoria histórica de Perú.