El 7 de abril de 2025, los gremios de transporte en Lima Norte iniciaron un paro como protesta contra la ola de extorsiones que aqueja al sector. La medida fue desencadenada por el asesinato de Loymer Noé, un chofer de la empresa Etuchisa, conocido popularmente como ‘El Chino’, quien fue víctima de la violencia criminal el 4 de abril en Los Olivos. Este trágico evento ha intensificado la preocupación por la seguridad de los transportistas y ha llevado a varias compañías a suspender sus operaciones en demanda de soluciones efectivas del gobierno.
Desde las primeras horas de la mañana, los transportistas comenzaron a concentrarse en puntos estratégicos como el paradero Fundición en Puente Piedra. Acompañados por un fuerte despliegue policial, los conductores se preparan para marchar hacia el Congreso de la República, donde esperan hacer escuchar su voz en busca de medidas que garanticen mayor seguridad en sus labores diarias. La ausencia de vehículos de transporte público es evidente, reflejando el impacto de esta movilización en la vida cotidiana de los limeños.
El paro afecta a diversas empresas de transporte, incluyendo a Etuchisa y otras como Sesosa, Lorito, El Rápido y Vipusa. Aunque algunas líneas de Vipusa mantendrán sus operaciones, las principales rutas que cubren transportes hacia zonas populosas de Lima están completamente paralizadas. Esta situación no solo evidencia la gravedad del problema de extorsiones, sino también la falta de respuestas inmediatas por parte de las autoridades a las demandas de seguridad del sector.
Los trabajadores del transporte esperan que esta proteste logre sensibilizar a las autoridades sobre la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para proteger sus vidas y garantizar un servicio seguro para los ciudadanos. Con la movilización en marcha, las esperanzas de los conductores están puestas en que sus voces se escuchen y que se tomen acciones concretas para frenar la violencia y la extorsión en las calles de Lima.