Transportistas anuncian apagado de motores por tres minutos en rechazo a ola de violencia

El gremio del transporte urbano se une en una protesta simbólica este viernes tras el asesinato de un chofer y su cobradora en Lurín. Piden al Gobierno medidas urgentes contra la inseguridad.

por Edgar Mandujano

El clima de tensión en el transporte urbano limeño no da tregua. Luego del reciente atentado en el distrito de Lurín, donde un chofer y su cobradora fueron asesinados cuando terminaban su jornada, las empresas de transporte urbano de Lima y Callao anunciaron una acción conjunta: un apagado de motores simbólico de tres minutos este viernes 17 de octubre al mediodía.

La medida, acordada entre los representantes de los conos norte, sur, este y centro, busca expresar duelo por las víctimas del atentado, pero también enviar un mensaje de unidad frente a la creciente ola de violencia que afecta al sector. “No aceptaremos más muertes y violencia en nuestra ciudad”, señala el comunicado difundido la madrugada de este jueves.


Duelo y solidaridad

El pronunciamiento, dirigido al presidente de la República, al Congreso y al Poder Judicial, también incluye una muestra de solidaridad hacia la familia de Eduardo Ruiz, el joven que perdió la vida durante las manifestaciones del 15 de octubre en el Centro de Lima.

Los gremios invocaron a la población a sumarse a la jornada simbólica mediante cacerolazos o toques de bocina al mediodía, en señal de respeto por las víctimas y rechazo a la violencia. “Invocamos a que no se cometan más actos de violencia que el día 15 de octubre han provocado más de 100 heridos entre policías y civiles”, añade el documento.


Clamor por seguridad

El sector transporte, uno de los más golpeados por la criminalidad en los últimos meses, exige al Ejecutivo implementar acciones efectivas y sostenibles de seguridad ciudadana. Según los gremios, los ataques a conductores, asaltos a buses y extorsiones han aumentado en distintas rutas de la capital.

“Pedimos al Gobierno que actúe. Nuestros compañeros salen a trabajar y no saben si volverán a casa”, declaró uno de los dirigentes durante la conferencia previa al anuncio del apagado.

La movilización simbólica de este viernes, aunque breve, busca marcar un punto de inflexión: un llamado urgente a las autoridades para que la violencia no siga cobrando vidas en las calles de Lima.

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