En menos de 24 horas, la minera La Poderosa sufrió un segundo ataque consecutivo en Pataz, La Libertad, perpetrado por mineros ilegales. El 28 de marzo, un grupo armado emboscó un convoy de trabajadores, abriendo fuego con armas de largo alcance y causando la muerte de dos personas e hiriendo a diez, tres de gravedad. Este atentado se produce tras la reciente voladura de torres de alta tensión, que resultó en la muerte de otro trabajador.
La violencia en Pataz, impulsada por la minería ilegal y los constantes enfrentamientos entre mineros formales e ilegales, no es un incidente aislado. La minera denuncia que grupos criminales buscan controlar el territorio, perpetrando ataques a pesar del estado de emergencia y la presencia de 200 policías, quienes aún no logran restablecer el orden.
La minera La Poderosa exige a las autoridades una investigación exhaustiva y el castigo de los responsables por los atentados. Denuncia la incapacidad de la Policía y el Ejército para proteger a sus trabajadores, lo que resultó en la evacuación de 50 empleados intoxicados por la quema de llantas y gases tóxicos emitidos por mineros ilegales.
La situación resalta la grave crisis de seguridad que enfrenta la minería formal en regiones como Pataz, donde la minería ilegal está estrechamente vinculada con actividades criminales. Sin un control efectivo por parte del Estado, los ataques seguirán poniendo en riesgo tanto a los trabajadores como a las empresas mineras que operan legalmente. La necesidad de un enfoque más contundente y coordinado entre las autoridades es urgente para frenar la violencia en esta zona.