El Ministro de Transportes, César Sandoval, confrontó con dureza al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, al afirmar que éste abandona las responsabilidades municipales en octubre debido a su campaña presidencial, y que ha puesto en riesgo el proyecto tren Lima–Chosica al politizarlo y descuidar su planificación técnica.
¿Qué está pasando con el tren Lima–Chosica?
Durante una presentación pública, Sandoval acusó a López Aliaga de priorizar su aspiración política por encima de condiciones fundamentales como señalización, paraderos y cruces peatonales. “Él no le importa si no hay infraestructuras seguras. Va a dejar la Municipalidad en octubre porque tiene una aspiración política”, señaló el ministro, dejando claro que su rol es priorizar la viabilidad técnica del proyecto.
¿Dónde está el problema fundamental?
El principal escollo se centra en que la Municipalidad de Lima habría adquirido los trenes sin haber completado la infraestructura básica. Según Sandoval, lo correcto hubiera sido realizar primero las obras —paraderos, estaciones, vías, señalización— y luego adquirir trenes. La falta de esa secuencia ha creado una situación crítica y potencialmente peligrosa en el corredor Lima–Chosica.
¿Por qué la acusación es grave?
Sandoval fue contundente: la población está en riesgo. “Dan mallas y la gente cruza entre los carros; eso puede generar muertes” y añadió que sin las obras previas, el tren se vuelve peligroso. Además, expuso que el proyecto carece de expediente técnico, planificación financiera y estudios adecuados, lo que lo hace inviable para ser ejecutado en lo que resta del 2025.
¿Qué tan contradictorio es el discurso del alcalde?
El ministro destacó que López Aliaga ofrece propuestas disímiles en corto plazo, lo que genera confusión: “Una tarde da tres o cuatro planteamientos distintos que se contradicen entre sí. No lo digo como ironía, pero me desconcierta”. Para Sandoval, esto demuestra que el enfoque del alcalde es político más que técnico o profesional.
Además, Sandoval subrayó que no tiene aspiraciones electorales. “Yo no estoy postulando a nada ni pienso hacerlo”, dijo, diferenciándose del alcalde, a quien además pidió mayor inclusión de su equipo técnico en la propuesta de transporte ferroviario limeño. “No se trata de politizar un tema que debe resolverse de manera técnica”.
¿Cómo reaccionó la Municipalidad y el Ejecutivo?
El choque escaló cuando López Aliaga demandó en público que el Ejecutivo evalúe la permanencia de Sandoval como ministro, acusándolo de frenar el proyecto. La respuesta fue rápida: la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) respaldó al titular del MTC, calificando las críticas de “lamentables” y defendiendo su trabajo por estar basado en el criterio técnico.
En paralelo, Sandoval anunció que denunciará al alcalde por difamación, al considerar que las acusaciones en su contra son injustas. Recordó que López Aliaga afirmó haberse reunido con él en varias ocasiones para discutir temas políticos, una afirmación que el ministro refuta.
¿Qué está en juego realmente?
Este intercambio público muestra una tensión entre la política y la técnica. Mientras Sandoval insiste en planificar y proteger a la ciudadanía, López Aliaga opera con una visión electoral y mediática. En Lima, donde el transporte sigue siendo una de las necesidades urgentes, priorizar el espectáculo sobre la seguridad y viabilidad técnica tendrá consecuencias reales.