El alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, volvió a encender la discusión sobre la seguridad ciudadana al advertir que el país enfrenta un “mercado negro inmenso” de armas ilegales, cuyo impacto directo en la criminalidad se evidencia a diario en las calles. Durante la V Sesión Ordinaria del Comité Distrital de Seguridad Ciudadana (CODISEC) del Cercado de Lima, el burgomaestre llamó a adoptar medidas “fuertes, reales y urgentes” para enfrentar el problema. Su planteamiento incluyó una amnistía de 45 a 60 días para la entrega de armas irregulares o, en su defecto, un paquete de facultades legislativas que permita al Ejecutivo actuar sin demora.
Las declaraciones del alcalde llegan en un contexto marcado por el aumento de homicidios por sicariato, extorsiones y asaltos violentos, en los que el uso de armas no registradas juega un papel determinante. Por ello, Reggiardo insistió en que el Estado debe tomar decisiones inmediatas: “La población exige seguridad y debemos atacar el origen del problema: las armas ilegales”, señaló.
Un llamado directo: amnistía o facultades para enfrentar el mercado negro
Durante su intervención, Reggiardo remarcó que el tráfico ilegal de armas continúa expandiéndose a un ritmo preocupante. Aseguró que una amnistía temporal permitiría a la ciudadanía entregar armas no registradas sin enfrentar sanciones, reduciendo así el arsenal que termina en manos de bandas delictivas. ¿Puede esta medida tener impacto real? ¿Qué tan dispuesto está el Gobierno a aprobar una propuesta de esta naturaleza?
El alcalde también planteó como alternativa que el Ejecutivo utilice las facultades delegadas aprobadas por el Congreso para implementar medidas más agresivas. Según dijo, se espera que dichas facultades permitan “normas potentes” orientadas a combatir las redes que abastecen a organizaciones criminales.
Para Reggiardo, el problema debe enfrentarse de raíz y con urgencia: “No podemos seguir postergando decisiones que podrían salvar vidas”, señaló ante autoridades policiales, judiciales y vecinos presentes en la sesión.
Pistolas eléctricas: plazo vence este 4 de diciembre
Otro punto clave abordado por el alcalde fue el vencimiento del plazo para que el serenazgo y la Policía Nacional utilicen pistolas eléctricas como herramientas disuasivas. Reggiardo recordó que estas armas no letales permiten enfrentar situaciones de riesgo sin recurrir a armamento convencional.
La pregunta inmediata es: ¿serán suficientes estas herramientas para contener la violencia en zonas críticas como el Cercado, Barrios Altos o Mesa Redonda? El anuncio coincide con el incremento de operativos coordinados entre serenazgo, PNP y fiscalización municipal, especialmente en zonas donde el comercio informal y la delincuencia conviven de manera persistente.
Seguridad y orden urbano: respuesta a observaciones de los Bomberos
El alcalde también se pronunció sobre las críticas del Cuerpo de Bomberos, que advirtió que la instalación de maceteros y bolardos en el Centro Histórico dificulta la movilización de sus unidades durante emergencias. Lejos de desestimar el reclamo, Reggiardo anunció la adquisición de bolardos eléctricos subterráneos, que se retraen automáticamente ante emergencias, permitiendo el libre tránsito de camiones y cisternas.
La medida busca equilibrar dos necesidades urgentes: reforzar el orden urbano y garantizar que los bomberos puedan operar sin obstáculos. Según Reggiardo, la seguridad integral incluye no solo combatir el crimen, sino asegurar que los sistemas de emergencia funcionen de manera óptima.
Tecnología contra el delito: la apuesta por el aplicativo Lima Digital
Como parte de las estrategias municipales, Reggiardo destacó el uso del aplicativo Lima Digital, una plataforma que permite a los vecinos denunciar corrupción, extorsiones, maltrato a la mujer y otros delitos. La herramienta, que ya suma miles de descargas, forma parte de un esfuerzo por acercar al ciudadano a los sistemas de respuesta rápida.
La pregunta es si el uso de tecnología puede generar un cambio estructural en la lucha contra la inseguridad o si se necesita una mayor articulación entre municipios, Policía y Ministerio Público. Para Reggiardo, la clave está en la integración: “Trabajamos con serenazgo, fiscalización, la PNP y el Ejército. El esfuerzo tiene que ser conjunto”.
Mesa Redonda y Triángulo de Grau: vigilancia extrema contra el mal uso de inmuebles
En otro momento, el alcalde fue enfático al advertir que la Municipalidad de Lima no permitirá el mal uso de inmuebles en zonas críticas como Mesa Redonda, Triángulo de Grau y Mercado Central, áreas históricamente asociadas al almacenamiento clandestino de productos inflamables y comercio informal descontrolado.
Estas zonas, además, concentran algunos de los mayores riesgos por acumulación de materiales peligrosos, como se evidenció en tragedias pasadas. Por ello, Reggiardo aseguró que la comuna intensificará operativos y mantendrá coordinación directa con la PNP y el Ejército para prevenir incidentes graves durante la campaña navideña.
Un mensaje final: seguridad como prioridad de gestión
Al cierre de la sesión, Reggiardo juramentó como presidente del CODISEC del Cercado de Lima y reiteró que la seguridad es la prioridad número uno de su gestión. El tráfico de armas, la capacidad de respuesta ante emergencias, la vigilancia tecnológica y el ordenamiento urbano serán —según dijo— frentes de combate simultáneos.
Su llamado a erradicar el mercado ilegal de armas no solo apunta al Gobierno, sino también a la ciudadanía, que debe decidir si se suma o no a una eventual amnistía. En un contexto donde la violencia armada se vuelve más frecuente, las decisiones que se tomen en las próximas semanas podrían marcar el rumbo de la seguridad en la capital.