El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, denunció un caso de extorsión en contra de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), relacionado con la obra de ampliación de la autopista Ramiro Prialé. A pesar de la presencia del Ejército en la zona, los trabajadores de la obra se han visto amenazados por delincuentes que exigen el pago de 100 mil soles bajo la amenaza de volar la maquinaria utilizada en el proyecto.
Durante un acto oficial en el que participó el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, López Aliaga relató que los extorsionadores han lanzado amenazas directas a los operarios de la obra de asfaltado, incluso en presencia de las Fuerzas Armadas. “No es normal que les estén poniendo granadas a la gente. No es normal, por ejemplo, que en la Vía Expresa Prialé nos estén amenazando con volarnos la maquinaria si no les pagamos 100 mil soles. El día de ayer, señor ministro, en nuestra propia cara, sabiendo que está el Ejército trabajando”, expresó el burgomaestre.
López Aliaga también manifestó su creciente preocupación por el aumento de la criminalidad en la capital y lamentó que incluso los empleados municipales estén siendo blanco de extorsiones. En este sentido, hizo un llamado urgente al ministro del Interior para intensificar los esfuerzos en la lucha contra la delincuencia, al tiempo que exhortó al Congreso de la República a incluir en la legislación el delito de “terrorismo urbano”, que, según él, ya está siendo vivido en las calles de Lima.
“Estamos pésimo. La osadía (que tienen los delincuentes) está creciendo. Por eso, el marco legal debe estar a favor de la Policía, de la ley y el orden. Tenemos al Congreso dormido en lo que es tipificar el delito de terrorismo urbano, que lo estamos sufriendo, pero no priorizan lo principal. El principal problema es la seguridad. Prioricen eso, el terrorismo urbano existe”, agregó López Aliaga.
Este nuevo incidente refleja la creciente preocupación sobre la inseguridad en Lima, y la falta de soluciones eficaces frente a la delincuencia organizada que afecta tanto a la ciudadanía como a las obras públicas esenciales para el desarrollo de la ciudad.