El Poder Judicial de Lambayeque dictó una condena de 10 años de prisión contra el suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), Gilmer Torres Bello, tras ser hallado culpable de homicidio simple. El caso se remonta al 7 de mayo de 2022, cuando Torres, quien trabajaba como taxista en su día de descanso, fue atacado por un grupo de menores que intentaron robarle su vehículo bajo amenazas de armas de fuego en Chiclayo. Durante el asalto, el adolescente Leonel E. M.R., de 16 años, intentó huir con las llaves del taxi y disparó contra el policía, quien respondió en defensa propia.
La versión de Torres, corroborada por el hallazgo de un revólver en posesión del menor, indicaba legítima defensa. Sin embargo, el Poder Judicial consideró excesivo el uso de la fuerza y lo condenó por homicidio simple, imponiéndole una reparación civil de S/ 5,000.
El suceso ha generado controversia debido a la naturaleza del incidente. Torres, quien en ese entonces laboraba en la Unidad de Emergencia de Chiclayo, aseguró que actuó en legítima defensa al ser atacado por los delincuentes. La defensa del suboficial sostiene que el policía respondió de manera proporcional al riesgo que enfrentaba. Sin embargo, la condena pone en cuestión el alcance de la autodefensa en situaciones de este tipo, generando un debate sobre los límites de la acción policial.
El caso aún está pendiente de apelación. El 28 de marzo de 2025, la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Lambayeque revisará la sentencia en una audiencia crucial. Mientras tanto, la decisión continúa siendo tema de discusión en los medios y entre la opinión pública, que cuestiona si la pena impuesta al policía es justa o si se trató de una actuación legítima frente a una amenaza real.