La madrugada del martes, un nuevo episodio de violencia sacudió a Santa Anita. Un bus de la empresa de transportes Cuarenta Integrada S.A. (Etrancisa), conocida popularmente como La 40, fue reducido a cenizas tras ser incendiado en plena calle. El vehículo estaba estacionado frente a la casa del hermano de su propietario, en la urbanización Huáscar, cuando fue atacado por presuntos delincuentes.
El hecho no dejó víctimas mortales ni heridos, pero ha encendido las alarmas en un contexto de creciente extorsión contra transportistas en Lima y Callao. Según testigos, dos sujetos en motocicleta merodeaban la zona en actitud sospechosa antes del atentado, lo que refuerza la hipótesis de un ataque premeditado.
Un distrito en alerta
El atentado ocurrió en la calle María Parado de Bellido, una vía residencial de Santa Anita que, hasta ahora, se mantenía fuera del radar de estos hechos de violencia. Vecinos despertaron sobresaltados por las llamas y alertaron a las autoridades. El bus, que cubría la ruta La Molina – San Juan de Lurigancho, quedó completamente destruido.
La Policía Nacional llegó al lugar para iniciar las investigaciones preliminares. Aunque no se ha confirmado de manera oficial, no se descarta que el ataque responda a una represalia de mafias dedicadas al cobro de cupos, una práctica que en los últimos meses se ha intensificado contra el gremio de transportistas.
Extorsión y miedo en las calles
En lo que va del año, los casos de ataques contra conductores, cobradores y empresas de transporte público se han multiplicado. Solo en octubre, se han registrado atentados en distintos distritos de Lima y Callao, con buses baleados, choferes asesinados y vehículos incendiados.
La pregunta clave es: ¿estamos frente a un patrón de crimen organizado que busca controlar el transporte urbano mediante el terror?.
El incendio en Santa Anita se suma a esta ola delictiva que ha llevado a los gremios de transportistas a realizar un paro general el lunes 6 de octubre, exigiendo medidas más drásticas al Gobierno. Pese a la suspensión del paro tras instalarse una mesa de diálogo con el Ejecutivo, los atentados no han cesado.
Investigación en curso
La Comisaría de Santa Anita y la Dirincri han asumido las pesquisas para identificar a los responsables del ataque. Según la información preliminar, la participación de los dos sujetos en motocicleta sería clave para esclarecer el hecho.
Los transportistas de “La 40” han mostrado preocupación por el atentado, pues este se produjo directamente contra una de sus unidades fuera de servicio. La modalidad utilizada —incendio en plena vía pública— representa una escalada en la violencia contra el sector.
Mientras tanto, los vecinos exigen mayor seguridad y patrullaje policial en las calles, temiendo que su distrito se convierta en un nuevo escenario del crimen organizado que ya golpea a otras zonas de la capital.