El escándalo por el suero fisiológico contaminado de Medifarma sigue cobrando vidas en el país. Esta vez, la víctima fue Alejandra Landers Carpio, una joven arquitecta de 26 años que ingresó a la clínica Sanna de San Borja por un cuadro gripal y terminó con muerte cerebral. Su fallecimiento, confirmado este 19 de abril, eleva a siete el número de personas fallecidas por este producto.
Landers, quien era alérgica a antiinflamatorios no esteroideos, recibió el suero como tratamiento alternativo. Sin embargo, a las pocas horas presentó un cuadro crítico que derivó en daño cerebral irreversible. La familia confirmó su muerte a las 9:50 a.m., mientras que su abogado, Pedro Alva, anunció que el caso pasará de lesiones graves culposas a homicidio culposo agravado. Se evalúa ampliar la denuncia contra los directivos de Medifarma.
El caso ha generado una fuerte indignación social. En una vigilia realizada en las afueras de la clínica, el padre de Alejandra, Tulio Landers, pidió justicia y responsabilizó a las autoridades por no actuar con mayor celeridad. Alejandra se suma a otras víctimas como Rosa Lidia Castro Ventura, enfermera que también falleció tras recibir el mismo suero contaminado durante una intervención de rutina.
Pese a la gravedad del caso, aún se desconoce cuántas personas fueron inoculadas con el producto defectuoso, y no hay certeza de que haya sido completamente retirado del mercado. Mientras tanto, el país observa con preocupación la lentitud de la respuesta sanitaria, mientras los familiares de las víctimas claman por justicia y garantías para que hechos así no se repitan.