Santa Rosa, Loreto. La tensión en la frontera amazónica entre Perú y Colombia alcanzó un nuevo punto crítico este sábado, luego de que efectivos de la Policía Nacional de Colombia intentaran ingresar sin autorización al poblado peruano de Santa Rosa, ubicado en la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil.
La Marina de Guerra del Perú, a través de la 5.ª Zona Naval, interceptó la incursión y bloqueó el ingreso de los agentes extranjeros, reafirmando la soberanía nacional sobre el territorio y evitando un incidente de mayores proporciones.
¿Qué ocurrió en la frontera entre Perú y Colombia?
Imágenes difundidas por Willax TV muestran a patrullas de la Marina peruana deteniendo el avance de uniformados colombianos que buscaban ejecutar una supuesta operación de supervisión en la isla Santa Rosa, ubicada en el departamento de Loreto.
El hecho ocurrió el 9 de agosto de 2025, en una zona históricamente delicada por su ubicación estratégica. Según fuentes oficiales, los policías colombianos no contaban con autorización diplomática o militar para ingresar al territorio nacional.
La acción fue considerada por las autoridades peruanas como una violación de soberanía, y se procedió a impedir el ingreso, aplicando los protocolos establecidos en contextos de seguridad fronteriza.
¿Por qué Santa Rosa es un punto de conflicto?
La isla Santa Rosa del Yavarí es parte del Perú conforme al Tratado Salomón-Lozano (1922) y el Protocolo de Río de Janeiro (1934), acuerdos que definieron la frontera amazónica entre ambos países. Sin embargo, el gobierno colombiano, encabezado por el presidente Gustavo Petro, ha cuestionado la soberanía peruana sobre el territorio.
Bogotá alega que la isla emergió tras la firma de los tratados limítrofes, por lo que su estatus debería ser reevaluado en un nuevo acuerdo binacional. Asimismo, la creación de un municipio peruano en Santa Rosa y el despliegue de instituciones estatales ha sido calificada por Colombia como una acción unilateral.
En contraste, el Perú defiende que la isla ha sido reconocida históricamente como parte de su jurisdicción, donde opera una estructura estatal activa: RENIEC, Policía Nacional, Marina de Guerra y gobiernos locales.
Una provocación que escala tensiones diplomáticas
Este incidente se suma a una serie de acciones recientes que han deteriorado las relaciones bilaterales. Semanas atrás, el Perú presentó una nota diplomática de protesta por el sobrevuelo de helicópteros colombianos en espacio aéreo peruano, en momentos en que el presidente Petro realizaba una visita a la ciudad fronteriza de Leticia.
Analistas consultados por medios locales interpretan estos hechos como provocaciones estratégicas por parte de Colombia, orientadas a presionar políticamente al gobierno peruano y marcar presencia en zonas limítrofes.
Una fuente militar peruana indicó bajo reserva que “Colombia ha incrementado significativamente su capacidad operativa en la frontera, con unidades blindadas 8×8, helicópteros modernizados y un destacamento policial permanente en Leticia”.
¿El Perú está preparado para responder?
La respuesta peruana ha sido moderada pero firme. La Marina impidió el ingreso sin violencia, pero dejó clara su posición de resguardar el territorio nacional. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ha informado que continúa con el proceso de modernización de las Fuerzas Armadas, incluyendo la futura adquisición de aviones Saab Gripen de fabricación sueca y aeronaves CASA, similares a las que opera Colombia.
Sin embargo, la brecha tecnológica y operativa es notoria. Colombia se encuentra actualmente en el top 10 de las fuerzas navales más poderosas del mundo, mientras que el Perú figura en posiciones más rezagadas, lo que ha generado preocupación en sectores estratégicos y de inteligencia.
Comunidades exigen protección: “No queremos ser zona de nadie”
Desde Santa Rosa, habitantes expresaron su preocupación por la creciente tensión. Un vocero local declaró a medios peruanos:
“Estamos en medio de dos países, pero seguimos siendo peruanos. Necesitamos que el Estado nos proteja. No queremos ser zona de nadie”.
La población teme que la ausencia de presencia estatal regular convierta a la isla en territorio vulnerable ante presiones externas, comercio ilegal y presencia del crimen organizado.
¿Qué dice Colombia y cuál podría ser el siguiente paso?
El presidente Petro ha advertido que, si no se logra avanzar en un diálogo binacional, Colombia podría llevar el caso a instancias internacionales. Esta amenaza refuerza el riesgo de un conflicto diplomático más profundo.
Por ahora, no se han reportado enfrentamientos armados ni heridos, pero las autoridades peruanas han reforzado la vigilancia en la zona, conscientes de que la frontera amazónica es tanto un punto geopolítico como simbólico de soberanía nacional.
El intento de ingreso de policías colombianos a Santa Rosa no solo ha sido neutralizado por la Marina de Guerra del Perú, sino que también ha encendido una señal de alerta sobre el rumbo de las relaciones binacionales. En una frontera con un pasado de acuerdos históricos y cooperación, los recientes episodios sugieren un deterioro preocupante y una necesidad urgente de reforzar la defensa nacional, tanto en lo militar como en lo institucional.
Mientras los diplomáticos intentan calmar las aguas, los habitantes de la Amazonía esperan más que palabras: quieren garantías reales de seguridad y soberanía.