El Gobierno del Perú, a través del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), publicó la Resolución Ministerial N° 0368-2025-MIDAGRI que declara cada segundo domingo de septiembre como el “Día Nacional del Pan con Chicharrón de Cerdo Peruano”. La disposición, firmada el 16 de septiembre de 2025, busca institucionalizar una fecha gastronómica dedicada a este tradicional plato.
La medida llega en un contexto marcado por graves problemas de inseguridad ciudadana, extorsiones en crecimiento, un gabinete ministerial cuestionado por presunto tráfico de influencias, la crisis en Machu Picchu que golpea al turismo y la incertidumbre por la ley de AFP que podría detonar protestas sociales.
Un contraste en la agenda nacional
El anuncio ha generado críticas por la desconexión entre la agenda gubernamental y las urgencias de la población. Mientras los peruanos reclaman soluciones concretas frente a la violencia, la falta de empleo y la pérdida de confianza en las instituciones, el Ejecutivo prioriza una medida simbólica vinculada a la gastronomía peruana.
El trasfondo político de una fecha pintoresca
Si bien la gastronomía es un eje de identidad nacional y promoción cultural, el contraste con la realidad actual es evidente. La declaración del “Día del Pan con Chicharrón” se interpreta como una acción menor frente a la magnitud de la crisis política y social. Para algunos analistas, decisiones de este tipo revelan un intento del Gobierno de distraer la atención pública con disposiciones llamativas pero poco prioritarias.
Tradición versus urgencia
El pan con chicharrón es un desayuno emblemático en el Perú, acompañado de camote frito y salsa criolla, muy presente en ferias y celebraciones populares. Sin embargo, la institucionalización de esta fecha ocurre mientras los grandes problemas nacionales permanecen sin resolver, lo que pone en debate la pertinencia de tales iniciativas frente a la exigencia ciudadana de estabilidad, seguridad y transparencia.