La controversia en torno al futuro de Betssy Chávez, asilada desde hace semanas en la embajada de México en Lima, volvió a marcar la agenda diplomática del país. El ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, confirmó que el Gobierno peruano aún no toma una decisión respecto al salvoconducto solicitado para permitir que la ex primera ministra abandone territorio nacional. El caso continúa bajo análisis, mientras el Ejecutivo prepara una propuesta que presentará ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) para establecer criterios más estrictos en el uso del asilo diplomático cuando existan procesos por delitos comunes.
El canciller ofreció estas declaraciones durante una conferencia con medios internacionales, en la que también reafirmó que no se empleará la fuerza para retirar a Chávez de la sede diplomática mexicana. La ex jefa del Gabinete, recordemos, enfrenta procesos vinculados al fallido golpe del expresidente Pedro Castillo.
¿Qué evalúa el Gobierno sobre el salvoconducto?
De Zela explicó que el Ejecutivo mantiene un análisis jurídico y diplomático sobre la solicitud presentada por México. La eventual entrega de un salvoconducto permitiría que Betssy Chávez abandone el país sin ser detenida, pese a las investigaciones en curso por delitos comunes.
Según el canciller, la decisión del Gobierno dependerá también del debate que impulsará ante la OEA, donde el Perú planteará que el asilo diplomático no se utilice como vía de escape para personas investigadas o procesadas por delitos que no tienen naturaleza política.
El tema, según fuentes diplomáticas, ha generado tensiones regionales y un notable interés internacional por las implicancias que tendría en la interpretación de la Convención de Caracas de 1954, que regula el asilo diplomático en la región.
Gobierno descarta ingreso por la fuerza a la embajada de México
Uno de los aspectos más sensibles del caso es el respeto a la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. Por ello, De Zela fue directo al afirmar que no existe posibilidad de que el Gobierno ingrese por la fuerza a la embajada de México en Lima.
“No vamos a entrar, no vamos a sacar a Chávez”, precisó, descartando cualquier acción coercitiva.
La aclaración se produce luego de versiones mediáticas sobre una supuesta presión para que la Policía Nacional intervenga la sede diplomática, hecho que hubiera generado una grave crisis internacional. Por el contrario, el Gobierno insiste en que actuará bajo estrictos estándares del derecho internacional.
¿Qué criterios se aplicarán a futuros pedidos de asilo?
El canciller Hugo de Zela aprovechó su intervención para marcar una línea pública sobre futuros casos: si una persona investigada por delitos comunes solicita asilo alegando persecución política, no calificará automáticamente para recibir protección diplomática.
“El derecho de asilo es para quienes son perseguidos por sus ideas, no para quienes están acusados de delitos”, remarcó el titular de Torre Tagle.
Esa posición busca evitar que casos similares se multipliquen en medio del clima político y judicial del país. Actualmente, diversas figuras del entorno del expresidente Castillo enfrentan procesos que podrían motivar nuevas solicitudes de asilo.
¿Qué sigue para Betssy Chávez?
El caso continúa en manos de la Cancillería y del Ejecutivo, mientras México mantiene su posición de otorgar protección a Chávez. La decisión final del salvoconducto podría depender del equilibrio entre la presión diplomática, las obligaciones internacionales y la postura firme del Gobierno de no facilitar salidas que contradigan las normas sobre asilo.
Por ahora, la ex premier permanece dentro de la sede diplomática mexicana, mientras se prolonga un capítulo más en las fricciones políticas y diplomáticas que dejó la crisis del 2022.