El Jurando Nacional de Elecciones (JNE) cerró el plazo para la inscripción de alianzas y confirmó que serán 39 organizaciones políticas las que participarán en las elecciones generales 2026. De este grupo, 36 partidos lo harán de manera individual y solo tres competirán en bloque bajo alianzas electorales.
La definición de estas inscripciones marca un primer hito en el proceso electoral, ya que los partidos tienen ahora el desafío de preparar sus listas congresales y definir candidaturas presidenciales. El escenario augura una elección fragmentada, con múltiples propuestas y un abanico ideológico diverso.
Alianzas políticas rumbo al 2026
Entre las alianzas inscritas, destacan: Unidad Nacional, conformada por el Partido Popular Cristiano (PPC), Unidad y Paz, y Peruanos Unidos: ¡Somos Libres!; Fuerza y Libertad, integrada por Fuerza Moderna y Batalla Perú; y Venceremos, que agrupa a Voces del Pueblo y Nuevo Perú por el Buen Vivir.
Estas alianzas buscan consolidar fuerzas en un panorama político donde la dispersión electoral puede ser determinante. Cada bloque apuesta por lograr una mayor representación en el Congreso y un posicionamiento sólido en la primera vuelta presidencial.
Los partidos que van en solitario
El listado incluye a partidos tradicionales como Acción Popular, Alianza para el Progreso, Fuerza Popular, Partido Aprista Peruano y Renovación Popular, además de nuevas agrupaciones como Ahora Nación, Fe en el Perú, Partido País para Todos, Un Cambio Diferente, entre otros.
En total, son 36 partidos inscritos individualmente que buscarán captar electores en un escenario marcado por el desencanto ciudadano hacia la clase política y la exigencia de propuestas claras frente a la crisis económica y social.
¿Qué implica tener 39 opciones en la elección?
La participación de 39 partidos y alianzas electorales plantea una pregunta crucial:
¿La amplia dispersión de candidatos favorecerá la fragmentación del voto y la polarización, o abrirá paso a una representación más plural en el Congreso?
La experiencia de comicios pasados sugiere que una oferta tan amplia puede derivar en que varios partidos queden sin representación al no superar la valla electoral, mientras que los bloques mejor organizados podrían capitalizar el descontento ciudadano.
Camino a los comicios generales
Con las alianzas definidas, el siguiente paso será la presentación de precandidaturas y elecciones internas, un proceso que estará supervisado por el JNE y la ONPE. A ello se suma la fiscalización del financiamiento político, un aspecto clave para evitar irregularidades en la campaña electoral.
Los partidos ahora tendrán que trabajar en la consolidación de sus liderazgos, alianzas estratégicas y propuestas programáticas para llegar fortalecidos a la contienda del 2026, donde se elegirá al próximo presidente de la República, congresistas y representantes al Parlamento Andino.