Este 30 de agosto, la presidenta Dina Ercilia Boluarte Zegarra se unió a la tradicional procesión de Santa Rosa de Lima, patrona de las Américas, las Indias y Filipinas, en una manifestación de fe y devoción que se realiza cada año en Lima. Acompañada de su gabinete de ministros, la mandataria participó activamente en el homenaje a la santa, considerado uno de los eventos religiosos más importantes en el Perú.
La procesión de Santa Rosa de Lima comenzó en la Plaza de Armas de Lima, desde donde miles de fieles acompañaron la imagen de la santa, llevando su figura por las principales calles del centro histórico de la capital peruana. En un acto cargado de simbolismo y fervor religioso, Boluarte no solo entregó un arreglo floral a la imagen, sino que también se unió a la cuadrilla encargada de cargar el anda de Santa Rosa, un gesto profundamente significativo para muchos devotos.
Santa Rosa de Lima, nacida en 1586 en Lima, fue la primera santa canonizada de América Latina. Su vida de austeridad, su dedicación a los más necesitados y su devoción religiosa la convirtieron en un símbolo de fe y de sacrificio. Boluarte, al participar de esta ceremonia, reafirma el valor cultural y religioso que Santa Rosa representa para millones de personas en Perú y en América Latina.
La imagen de Santa Rosa ha trascendido las fronteras del país, convirtiéndose en un referente no solo religioso, sino también cultural. Fue canonizada en 1671 por el Papa Clemente X y proclamada patrona de Lima en 1669, siendo también la protectora de instituciones de seguridad pública y cuerpos armados en Venezuela, Paraguay y Argentina. En Perú, es la patrona de la Policía Nacional del Perú y las enfermeras. La Basílica de Nuestra Señora del Rosario, donde descansan sus restos, es un destino de peregrinación para miles de fieles, especialmente durante su festividad, el 30 de agosto.
Para la presidenta Boluarte, este tipo de homenajes no solo tiene un sentido religioso, sino también simbólico. Participar en una tradición tan arraigada en la sociedad peruana resalta su cercanía con la población y el respeto por las creencias de los ciudadanos. La fecha no solo es una oportunidad para rendir tributo a la santa, sino también para mostrar una conexión con la cultura y la identidad nacional.
La participación activa de Boluarte en la cuadrilla encargada de cargar el anda de Santa Rosa simboliza la importancia de mantener vivas las tradiciones y costumbres peruanas, además de fortalecer la unidad entre el gobierno y el pueblo. En un país donde la religión católica juega un rol central, actos como este refuerzan los lazos de fe y solidaridad en momentos clave.
La procesión de Santa Rosa de Lima no solo es un acto de devoción, sino también un recordatorio de la profunda relación entre Perú y su historia religiosa. El homenaje de la presidenta Dina Boluarte es un ejemplo más de cómo las autoridades pueden acercarse a las tradiciones de su pueblo, participando de forma activa en los eventos que más movilizan a la sociedad.
El 30 de agosto sigue siendo una de las fechas más importantes del calendario religioso peruano, un día para recordar el legado de Santa Rosa y el impacto que tiene su figura tanto a nivel local como internacional.
