El miércoles 21 de mayo, un cartucho de dinamita fue abandonado frente a la Dirincri en el Cercado de Lima, sorprendiendo a las autoridades. Personal policial encontró el explosivo, envuelto en una bolsa de plástico, lo que desencadenó una rápida movilización de la Policía Nacional.
Tras el hallazgo, se activaron los protocolos de seguridad y la UDEX desactivó el explosivo sin causar daños. Las autoridades investigan posibles vínculos con la creciente violencia en la ciudad.
Según las primeras investigaciones, se presume que el artefacto fue lanzado desde una motocicleta por desconocidos. Aunque aún no se tiene una línea clara sobre el móvil del ataque, las pesquisas apuntan a la posibilidad de un intento de amedrentamiento hacia la policía, que ha estado luchando contra el crimen organizado en la zona.
Este incidente resalta la gravedad de la inseguridad que enfrenta Lima, donde incluso las instituciones encargadas de la seguridad pública no están exentas de ataques. Las autoridades continúan investigando para dar con los responsables de este atentado, mientras refuerzan las medidas de seguridad en las comisarías y otras sedes policiales.