En una declaración que podría encender la polémica, el ministro de Trabajo, Daniel Maurate, restó importancia a la creciente ola de inseguridad que afecta a las principales ciudades del Perú, al afirmar que “en todos los países del mundo hay criminalidad”. Según Maurate, el fenómeno de la inseguridad no debe empañar la percepción de un país que, en su opinión, goza de estabilidad social y económica.
“Hay que diferenciar la estabilidad social que vive el Perú de la criminalidad. En todos los países del mundo hay criminalidad, y nuestros vecinos también sufren de este flagelo. El crimen es una realidad global”, señaló el funcionario en una reciente entrevista. Esta declaración se produce en un momento de creciente preocupación ciudadana por el aumento de la violencia y el crimen organizado, temas que ocupan la agenda diaria de la opinión pública.
Sin embargo, Maurate justificó sus palabras con la afirmación de que en otros países la inseguridad es aún “más aguda” que en Perú. Un intento de relativizar el problema que no ha pasado desapercibido, generando críticas de aquellos que ven el tema de la criminalidad como una amenaza creciente que afecta la calidad de vida de los ciudadanos.
El titular de Trabajo también aprovechó para resaltar los esfuerzos del gobierno de Dina Boluarte en la lucha contra la delincuencia. “Estamos haciendo todos los esfuerzos para combatirlo. Hay países que tienen este problema mucho más agudo que nosotros”, subrayó. Aunque sin entrar en detalles, dejó claro que la seguridad pública sigue siendo una prioridad para la administración, a pesar de las dificultades.
El trabajo de la Policía Nacional, según el ministro, es constante y se desarrolla “mañana, tarde, noche y madrugada”, a través de operativos y capturas. Maurate hizo un llamado a la unidad nacional para enfrentar el crimen organizado, confiando en que la colaboración de todos los peruanos permitirá derrotar a los delincuentes.
No obstante, en medio de estas afirmaciones, persiste la incertidumbre. Mientras el gobierno busca generar confianza en la estabilidad económica, la sensación de inseguridad se mantiene en el día a día de los ciudadanos, que observan con escepticismo las promesas de una mejora en la seguridad.
Así, la discusión sobre la criminalidad sigue siendo uno de los temas más candentes en el debate público. Las palabras de Maurate, lejos de calmar los ánimos, avivaron la llama de un problema que, según muchos, sigue sin una solución efectiva.