El Congreso de la República confirmó el calendario de la semana de representación correspondiente a diciembre de 2025, que se desarrollará del miércoles 10 al martes 16, según informó el primer vicepresidente encargado de la Presidencia del Parlamento, Fernando Rospigliosi Capurro. El anuncio fue realizado durante la sesión de la Comisión Permanente, llevada a cabo en el hemiciclo principal del Palacio Legislativo.
La semana de representación es un mecanismo que obliga a los congresistas a desplegarse en sus regiones —o en cualquier parte del país— para mantener contacto directo con ciudadanos y organizaciones. Esta labor tiene un objetivo fundamental: conocer, recoger y procesar las demandas sociales, así como fiscalizar el funcionamiento de las autoridades locales y regionales. En esta ocasión, el anuncio busca responder a una pregunta clave en la dinámica parlamentaria: ¿cómo garantizar que los legisladores cumplan con su obligación de representación y fiscalización de manera efectiva y continua?
Una obligación establecida en el Reglamento del Congreso
La figura de la semana de representación está contemplada en el artículo 23, inciso f, del Reglamento del Congreso, donde se establece que los parlamentarios deben mantener comunicación permanente con la ciudadanía. Según la norma, esta interacción permite recoger preocupaciones, necesidades y denuncias que deban ser procesadas de acuerdo con las normas vigentes.
El Reglamento detalla que los congresistas deben destinar cinco días laborables continuos al mes para trasladarse a su circunscripción electoral o a cualquier otra zona del país. Durante estos días deben cumplir una agenda que incluya reuniones, visitas a localidades, recepción de denuncias e inspecciones de campo. De acuerdo con la norma, esta labor es parte esencial de la función parlamentaria: no solo legislar y fiscalizar desde Lima, sino también representar los intereses de la población en el territorio.
En ese sentido, el anuncio sobre el cronograma de diciembre permite resolver otra interrogante frecuente: ¿cuándo deben viajar los congresistas para cumplir con su rol de representación durante el último mes del año?
Funciones y alcances de la semana de representación
Durante la semana de representación, los congresistas deben atender y procesar denuncias debidamente sustentadas, fiscalizar asuntos de interés público y mediar entre los ciudadanos y las autoridades del Ejecutivo cuando sea necesario. Esta labor implica una serie de acciones que buscan reforzar el vínculo entre la población y el Parlamento.
Entre las tareas que los parlamentarios están obligados a realizar destacan:
- Reuniones con autoridades locales, regionales y diversas organizaciones sociales.
- Visitas de inspección a obras públicas, hospitales, comisarías, escuelas u otros servicios esenciales.
- Atención de denuncias ciudadanas y canalización de estas a las instancias correspondientes.
- Difusión de su labor legislativa y rendición de cuentas a la ciudadanía.
La norma también dispone una excepción importante: los congresistas elegidos por la circunscripción de peruanos residentes en el exterior cuentan con siete días calendario para realizar su semana de representación, dado que las distancias y logística requieren más tiempo de desplazamiento.
Este marco regulatorio responde a otra pregunta fundamental: ¿qué implica realmente la semana de representación y cómo afecta la agenda de los legisladores?
Importancia del anuncio en el contexto parlamentario
El establecimiento de fechas claras permite ordenar no solo la agenda congresal, sino también las actividades de fiscalización en regiones. En un contexto donde la ciudadanía exige mayor presencia territorial y transparencia, la semana de representación se convierte en un mecanismo indispensable para reforzar la confianza en las instituciones.
Cuando los legisladores cumplen con esta obligación, se generan oportunidades para identificar problemas estructurales, supervisar obras públicas y acercar los servicios del Estado a la población. Además, este periodo facilita que el Congreso pueda evaluar la efectividad de los programas gubernamentales mediante visitas directas y testimonios ciudadanos.
Con el nuevo cronograma del mes de diciembre, el Parlamento reafirma su compromiso de mantener la articulación con las regiones, especialmente en un mes donde tradicionalmente se intensifica la demanda por fiscalización debido al cierre del año fiscal.
Un deber que trasciende lo normativo
Si bien el Reglamento obliga a los congresistas a cumplir con esta labor, la semana de representación va más allá de un requisito formal. Representa un espacio clave para fortalecer la democracia, promover la transparencia y permitir que el Parlamento sea un actor cercano a la realidad nacional.
El anuncio de Fernando Rospigliosi no solo fija un periodo, sino que llama a los parlamentarios a cumplir rigurosamente una labor que impacta directamente en la vida de los ciudadanos. La efectividad de esta semana dependerá de la capacidad de cada congresista para tener una agenda activa, registrar hallazgos, atender denuncias e informar oportunamente sobre su desempeño.
A fin de cuentas, la semana de representación busca responder a la pregunta más importante: ¿cómo puede el Parlamento acercarse más a la población y garantizar que sus decisiones reflejen las verdaderas necesidades del país?