En el marco de su visita oficial a Japón, la presidenta Dina Boluarte Zegarra sostuvo este 8 de agosto una audiencia especial con el emperador Naruhito, en el Palacio Imperial de Tokio. Durante el encuentro, ambos dialogaron sobre la larga tradición cultural que une a Perú y Japón, así como sobre las oportunidades para fortalecer la relación bilateral que se remonta a más de 150 años.
El canciller Elmer Schialer destacó que este tipo de audiencias suelen realizarse con el primer ministro japonés, por lo que la recepción directa por parte del emperador constituye un gesto excepcional. “Son muy pocos los mandatarios, y sobre todo latinoamericanos, que han tenido ese tratamiento, algo que nosotros valoramos mucho”, precisó.
Un vínculo diplomático con más de siglo y medio de historia
La relación diplomática entre Perú y Japón cumplió en 2023 150 años. En ese contexto, el último encuentro entre la familia imperial japonesa y la presidenta peruana se dio en noviembre de 2023, cuando Su Alteza Imperial, la Princesa Kako, visitó Lima para participar en las celebraciones oficiales de este aniversario histórico.
La comunidad nikkei en Perú, una de las más numerosas de América Latina, ha sido un puente cultural, económico y social que fortalece los lazos bilaterales. Japón, por su parte, ha sido un aliado en cooperación técnica, inversión y proyectos de infraestructura en el país andino.
Reunión con el primer ministro Shigeru Ishiba
Antes de la audiencia con el emperador, Boluarte se reunió con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba. Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de ampliar la presencia empresarial japonesa en el Perú, especialmente en sectores como infraestructura, energías renovables, saneamiento, transporte, agroexportación y medio ambiente.
El encuentro refuerza el interés mutuo de dinamizar el comercio bilateral y atraer inversión japonesa hacia proyectos clave para el desarrollo sostenible del Perú.
Un viaje con significado estratégico
La agenda de la presidenta Boluarte en Japón no solo tiene un carácter protocolar, sino también económico y geopolítico. En un contexto internacional donde Asia-Pacífico concentra gran parte de la actividad comercial global, fortalecer la alianza con Japón representa una apuesta estratégica para la diversificación de socios comerciales y la atracción de inversión extranjera.