A menos de un año para las Elecciones Generales 2026, una reciente encuesta de Datum Internacional para El Comercio revela preocupantes cifras sobre el vínculo de los peruanos con la política. El 63% de los ciudadanos no se sienten representados por los partidos políticos del país, lo que pone de manifiesto un profundo desinterés y desconfianza en el sistema de representación electoral.
Desapego hacia los partidos políticos
Este desapego es particularmente fuerte en regiones como el norte y el sur, donde los índices de rechazo alcanzan hasta el 66% y 65%, respectivamente. La crisis de representación es palpable, y los partidos tradicionales se enfrentan a una desconexión cada vez más aguda con los votantes.
Los partidos políticos en caída libre
La encuesta también muestra que la simpatía por los partidos políticos específicos es baja. Fuerza Popular lidera con solo un 6%, mientras que partidos como Perú Libre, Acción Popular, Somos Perú, Renovación Popular y Avanza País apenas logran obtener entre 2% y 1%. Esta debilidad en la representación política refleja una falta de propuestas atractivas y un desgaste por escándalos de corrupción y luchas internas.
La apuesta por nuevos rostros políticos
El 53% de los encuestados asegura que preferiría un candidato sin experiencia política para las elecciones 2026, con un 62% en el norte del país que comparte esta preferencia. Esta tendencia refleja una creciente búsqueda de alternativas fuera de los círculos políticos tradicionales, favoreciendo a candidatos independientes y figuras emergentes.
Prioridades del país: inseguridad, economía y corrupción
En cuanto a los temas prioritarios para el próximo presidente, la mayoría de ciudadanos apunta a la seguridad, economía y corrupción como áreas clave a abordar, relegando salud, educación y empleo a un segundo plano. Estas preocupaciones resaltan la necesidad urgente de mejorar la situación de seguridad y estabilidad económica en el país.
Desconfianza hacia los organismos electorales
Otro dato alarmante es la creciente desconfianza hacia los organismos electorales. La percepción de falta de transparencia ha aumentado de 63% a 73%, lo que pone en duda la legitimidad de los futuros procesos electorales. Las instituciones como la ONPE y el Jurado Nacional de Elecciones enfrentan el reto de recuperar la confianza de los ciudadanos en los próximos meses para garantizar unas elecciones transparentes.