La reciente encuesta publicada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) confirma que la llegada de José Jerí al poder continúa generando tensiones políticas y escaso respaldo ciudadano. Aunque el presidente cumple su primer mes tras la vacancia de Dina Boluarte, la mayoría de peruanos mantiene distancia respecto a su gestión y a la forma en que asumió el cargo.
El estudio evidencia que el 53% de la ciudadanía estuvo en desacuerdo con su llegada a Palacio, un dato que se suma a los cuestionamientos sobre el rumbo del Gobierno y a la preocupación por la inseguridad ciudadana que motivó la declaración de estado de emergencia en Lima Metropolitana y otras zonas del país.
¿Cómo evalúa el país la gestión de José Jerí?
De acuerdo con la encuesta nacional, solo el 39% aprueba la forma en que Jerí conduce el Gobierno, mientras que el 46% la desaprueba. Un 15% se mantiene en silencio, sin opinión definida, una proporción que suele aumentar en contextos de transición política y desconfianza hacia las instituciones.
La desaprobación es más fuerte en el sur del país y en Lima Metropolitana, precisamente las zonas que concentran los mayores niveles de malestar social y demandas no atendidas desde las protestas del 2022 y 2023. Entre la población masculina y mayor de 50 años, el rechazo es aún más marcado.
Desaprobación marcada en el sur y Lima: ¿qué explica este rechazo?
El sur vuelve a posicionarse como el territorio más crítico con el Gobierno central. Las heridas por los más de 50 fallecidos durante las protestas siguen abiertas, y el descontento se refleja en una mayor exigencia de justicia, reformas y diálogo político.
En Lima, el clima es diferente, pero no menos tenso. El estado de emergencia declarado por inseguridad ciudadana ha generado opiniones divididas, pero no ha logrado mejorar la percepción del liderazgo presidencial. Para muchos ciudadanos, la medida resulta insuficiente o tardía frente a la ola de delincuencia que afecta a distritos de todos los niveles socioeconómicos.
¿Quiénes son los que no opinan?
El sondeo muestra que el grupo que prefiere no responder —el 15%— se concentra en zonas rurales y en sectores D y E, segmentos donde el acceso a información formal es irregular y donde prima una percepción más pragmática de la política. Este grupo suele esperar resultados concretos antes de formar opinión.
Comparación con otros gobiernos de transición: ¿cómo queda Jerí frente a sus antecesores?
Uno de los puntos más reveladores del informe del IEP es la comparación histórica de aprobaciones en los primeros 30 días de gestión de presidentes que asumieron el cargo tras una salida abrupta del mandatario anterior.
- Martín Vizcarra (2018): 52% de aprobación
- Francisco Sagasti (2020): 58%
- Dina Boluarte (2023): 17%
- José Jerí (2025): 39%
El actual jefe de Estado se ubica por debajo de Vizcarra y Sagasti, quienes lograron capitalizar un ambiente de expectativa social y promesas de transición ordenada. Sin embargo, Jerí supera a Boluarte, cuya llegada al poder se dio en medio de una de las crisis sociopolíticas más violentas de los últimos años.
¿Qué significa ocupar el tercer lugar en aprobación?
Aunque estar por encima de Boluarte podría parecer un indicador positivo, los analistas consideran que el 39% evidencia una fragilidad política considerable. En un contexto en el que las instituciones se encuentran desgastadas, una aprobación inferior al 40% en el primer mes limita la capacidad del presidente para impulsar políticas públicas ambiciosas o reformas de largo alcance.
Inseguridad, economía y legitimidad: los desafíos inmediatos del Gobierno
El Gobierno afronta tres frentes simultáneos:
1. Inseguridad ciudadana
La decisión de declarar estado de emergencia en Lima y otras zonas del país responde a la principal preocupación nacional. Sin embargo, la población exige acciones sostenidas y coordinadas, no solo medidas restrictivas.
2. Estabilidad económica
Aunque la inflación ha mostrado señales de moderación, la percepción ciudadana sigue marcada por la incertidumbre, especialmente en mercados regionales afectados por el estancamiento de inversiones públicas.
3. Legitimidad política
El dato más contundente —el 53% que rechazó su llegada a la presidencia— sigue siendo un obstáculo para consolidar una narrativa de liderazgo. En un país donde la sucesión presidencial es recurrente, la legitimidad inicial pesa tanto como la capacidad de gestión.
¿Qué podría cambiar la tendencia?
Expertos coinciden en que Jerí debe lograr avances rápidos y visibles en materia de seguridad, recomponer puentes con regiones movilizadas y dar señales inequívocas de independencia política.
Además, se espera que el Ejecutivo presente una agenda concreta en los próximos 30 días, periodo que será clave para revertir la tendencia negativa o consolidarla como un problema estructural de gobernabilidad.