El partido Somos Perú oficializó la candidatura presidencial de George Forsyth, confirmando lo que desde hace semanas se comentaba en los pasillos políticos: el exalcalde de La Victoria será el rostro visible de la agrupación en las Elecciones Generales de 2026. El anuncio fue realizado por el vocero del partido, Uvaldo Pizarro, quien destacó la trayectoria y el liderazgo del exfutbolista como parte de una nueva etapa orientada a recuperar la confianza ciudadana en la política.
Con esta decisión, Somos Perú se convierte en una de las primeras organizaciones en definir su carta presidencial, una jugada que busca tomar ventaja en un escenario electoral anticipado y saturado de nombres. La estrategia, según fuentes del partido, apunta a construir una campaña de largo aliento centrada en seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción y reconstrucción institucional, los tres ejes que Forsyth ha reiterado en sus recientes apariciones públicas.
Una candidatura sin competencia interna
El exalcalde victoriano asumió recientemente su afiliación formal a Somos Perú, lo que consolidó su posición como “candidato natural” de la agrupación. De acuerdo con Pizarro, la dirigencia nacional optó por evitar una elección interna o la inclusión de invitados externos, privilegiando una unidad partidaria temprana frente a la dispersión política que domina el tablero nacional.
“Forsyth representa una generación de nuevos liderazgos, con experiencia en gestión y sin los pasivos que arrastran otros partidos”, señaló el vocero. La apuesta de Somos Perú, en ese sentido, busca proyectar una imagen de cohesión y orden político, dos cualidades escasas en un contexto marcado por la fragmentación y el desgaste de las instituciones.
A nivel interno, la designación también responde a la necesidad de mantener vivo el legado político de la fundadora del partido, Alcaldesa Susana Villarán, y reencaminar la organización hacia un espacio de centro moderado, con énfasis en políticas sociales y seguridad.
El regreso de Forsyth al ruedo político
George Forsyth, de 43 años, ya conoce el ritmo de una campaña presidencial. En las elecciones de 2021 postuló con Victoria Nacional, obteniendo el 5,7 % de los votos válidos. A pesar de no alcanzar la segunda vuelta, su figura emergió como una opción de renovación y disciplina técnica, atributos que hoy busca consolidar bajo el paraguas de Somos Perú.
Su paso por la Municipalidad de La Victoria (2019-2020) marcó su perfil político. Durante su gestión, lideró operativos contra el comercio informal y las mafias de cobro de cupos, enfrentando duras críticas y presiones de distintos sectores. Ese discurso de orden y autoridad será uno de los pilares de su actual propuesta.
“El Perú necesita firmeza y transparencia. No podemos seguir normalizando el caos y la corrupción”, declaró Forsyth en una reciente entrevista, asegurando que su postulación responde a una “obligación moral” frente al deterioro de la seguridad y la falta de liderazgo nacional.
Un escenario electoral saturado
La decisión de Somos Perú ocurre en un contexto de transición política y crisis de legitimidad del Congreso y el Ejecutivo. Con más de cuarenta posibles aspirantes a la presidencia, las proyecciones iniciales muestran un escenario sumamente fragmentado. En ese mapa, Forsyth podría capitalizar el voto independiente y urbano, similar al que lo respaldó en su gestión municipal.
Analistas políticos señalan que la candidatura de Forsyth busca ocupar el espacio del centro reformista, donde convergen sectores desencantados con la polarización. Sin embargo, su principal reto será ampliar su base de apoyo más allá de Lima y consolidar estructuras partidarias en regiones como Piura, Arequipa y Cusco, donde Somos Perú mantiene presencia irregular.
De acuerdo con fuentes consultadas, el comando de campaña ya trabaja en una gira nacional para noviembre, con énfasis en seguridad, reactivación económica y lucha contra el crimen organizado. “Forsyth no es un improvisado, tiene un plan y un equipo técnico que conoce el Estado”, indicó un dirigente de la agrupación.
Un partido en busca de resurgir
Fundado en 1997 por Alberto Andrade, Somos Perú fue durante años uno de los partidos de mayor arraigo municipal. Sin embargo, en la última década su representación se redujo drásticamente. Con Forsyth, el grupo espera recuperar protagonismo y volver a conectar con sectores medios y jóvenes que demandan un liderazgo con experiencia práctica y perfil limpio.
La dirigencia considera que el exalcalde de La Victoria puede convertirse en una figura de consenso dentro del electorado indeciso. Su presencia mediática y su discurso anticorrupción, sumados a su trayectoria en el deporte y la gestión pública, lo posicionan como un candidato con alto reconocimiento nacional.
“George tiene una historia que conecta con la gente, pero ahora necesita demostrar capacidad política y madurez. Ese será su verdadero examen”, comentó un exdirigente de Somos Perú.
El reto del liderazgo
Forsyth llega a esta nueva etapa en medio de un clima de desconfianza generalizada. Según sondeos recientes, más del 80 % de peruanos no se siente representado por ningún partido político, y la demanda de cambio sigue siendo el principal motor electoral. En ese escenario, el candidato deberá demostrar que no es solo una figura mediática, sino un líder capaz de gestionar un país en crisis.
A diferencia de otros postulantes, Forsyth cuenta con una ventaja inicial: alta recordación pública y una imagen asociada a la eficiencia municipal. Sin embargo, también enfrenta críticas por su falta de experiencia legislativa y su corta permanencia en la alcaldía, donde renunció para postular a la presidencia en 2021.
El propio Forsyth ha reconocido que ese fue un error político, pero asegura que esta vez su candidatura está mejor planificada y respaldada por un partido con estructura. “He aprendido, he madurado y quiero servir al país desde la experiencia. No se trata de figuras, sino de soluciones”, afirmó.
Un mensaje al electorado
Con su designación, Somos Perú busca reposicionarse como una fuerza de centro con discurso de orden, seguridad y eficiencia. La candidatura de George Forsyth intenta recoger el descontento ciudadano frente a la inseguridad, la corrupción y la precariedad del sistema político.
El reto será mantener la coherencia entre el mensaje y la acción, en un país donde las promesas electorales suelen diluirse antes de llegar a Palacio.
Forsyth, sin embargo, parece decidido a intentarlo de nuevo. “El Perú está cansado del caos y la improvisación. Vamos a demostrar que sí se puede gobernar con honestidad y resultados”, expresó durante la confirmación de su candidatura.