El exministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, no podrá asumir el cargo de embajador del Perú ante el Vaticano debido a una medida judicial que le impide salir del país. La Fiscalía ha solicitado un impedimento de salida de nueve meses, el cual permanecerá vigente hasta que el Poder Judicial se pronuncie el 4 de marzo.
El primer ministro, Gustavo Adrianzén, confirmó que, mientras persista esta restricción, no será posible su nombramiento como diplomático. En una rueda de prensa, Adrianzén explicó que, al estar limitado en su libertad de movimiento, Demartini no podrá desempeñar funciones diplomáticas en el Vaticano, lo que obliga a suspender la designación.
Este impedimento judicial afecta no solo la capacidad de Demartini para viajar, sino también su designación oficial, ya que para asumir un cargo diplomático es necesario contar con la libertad de desplazarse al país de destino. La situación, por tanto, deja en pausa cualquier posible nombramiento hasta que se resuelva la restricción.
Sin embargo, Adrianzén expresó que, si la medida es levantada en el futuro, Demartini podría ser nuevamente considerado para el puesto, reafirmando su confianza en las capacidades del exministro para representar al país en el Vaticano.