¿La genialidad nace o se cultiva? Esa es la pregunta que atraviesa Sembrando Genialidad, la propuesta del educador y divulgador científico Egidio Auccahuaque, quien plantea que el futuro del país depende de cómo se acompaña la infancia, especialmente aquella marcada por una curiosidad fuera de lo común.
Auccahuaque recurre a su propia historia para sostener su mirada. Creció entre ríos, montañas y piedras del Cusco, donde el juego y la exploración cotidiana alimentaron su interés por comprender el mundo. Más tarde, ya en la ciudad, encontró en maestros visionarios —como el profesor Raúl Rivera— la chispa que transformó el aprendizaje en una experiencia viva. “La naturaleza es el laboratorio más complejo que existe”, fue la idea que cambió su forma de estudiar.
Estudios realizados en países como Uruguay y España señalan que cerca del 2 % de la población nace con capacidades excepcionales. Sin embargo, en el Perú no existe aún un programa integral que permita identificar, acompañar y potenciar estos talentos. Para Auccahuaque, muchos niños con habilidades extraordinarias son conducidos por caminos tradicionales, sin entender que su impulso por crear, explorar o cuestionarlo todo no es rebeldía, sino vocación.
El especialista sostiene que la naturaleza cumple un rol decisivo en el desarrollo del pensamiento creativo. “Newton, Tesla, Da Vinci, Einstein, Steve Jobs, Elon Musk o Pedro Paulet tuvieron infancias marcadas por la exploración y la observación. Hoy, muchos de ellos habrían sido etiquetados como niños ‘diferentes’. Lo que compartían era una infancia libre y llena de preguntas”, afirma Auccahuaque, director de Troonic, institución dedicada a la formación científica y tecnológica de niños y adolescentes desde hace más de tres décadas.
La propuesta contempla un proceso serio de identificación de talentos, en coordinación con Mensa, y el diseño de programas personalizados en entornos naturales. Talleres de robótica, programación, diseño 3D, energía solar, astronomía, exploración de cuevas y agricultura aplicada forman parte de la experiencia. Los participantes se organizan en grupos llamados Curiosos, Creativos, Aventureros y Exploradores, donde el aprendizaje se combina con la convivencia y valores como la equidad.
Con más de 10 mil estudiantes formados a lo largo de su trayectoria, Auccahuaque ha observado que cerca del 5 % de ellos presentan niveles excepcionales de talento. Muchos hoy estudian en universidades del Perú y del extranjero y participan en proyectos tecnológicos con la intención de regresar y aportar al país.
Las Vacaciones Útiles Troonic se desarrollarán del 9 de enero al 20 de febrero en el centro poblado de Cardal, Pachacámac, y buscan ofrecer una experiencia educativa que combine naturaleza, tecnología y creatividad. Para Auccahuaque, la genialidad no pertenece a las grandes capitales: está en los niños. El desafío es reconocerla a tiempo y acompañarla.