A pesar de haber pasado cuatro años desde la pandemia, el turismo en Perú no termina de recuperarse. A la crisis sanitaria se sumó el temor de los turistas de viajar a un lugar donde haya bloqueo de carreteras y/o de la vía férrea. A esto se sumaron los escándalos de corrupción donde hasta la compra de entradas a Machu Picchu entró en la lista de todos los males, ahuyentando al turismo.
A pesar de todo ello, vale la pena darse una escapada al Valle Sagrado y quedarse en los Bungalows Perayoc, ubicados en una antigua calle de Rumichaca Baja, en Urubamba. Pernoctar aquí no es como ir a un hotel o un Airbnb “es toda una experiencia”, dice con una gran sonrisa Juan Carlos Tello quien, junto a su esposa, Laura Bracamonte, es el creador de este espacio.
Su propia casa y los bungalows para sus huéspedes están construidos con los elementos del lugar: piedras, palos y barro. Además, pidió al arquitecto que no se toquen los árboles y que no entre ninguna máquina. “Nos acomodamos a lo que la tierra nos entregaba”. Tanto así que en el comedor están las mismas piedras que antiguamente rodeaban el corral de ganado que había en ese mismo sitio.
Perayoc, que significa “lugar de pera”, está lleno de arte y objetos que tienen una historia. “Es una energía positiva de la gente que te quiere y te quiso”, dice Juan Carlos. Él mismo se define como “cachinero” y ha fabricado muebles con retazos de cosas que encuentra por los mercados.
Durante su estancia, los huéspedes pueden sentirse como en su casa. “He tenido huéspedes espectaculares”, señala Juan Carlos quien junto a Laura comparten a menudo su terraza con el gran árbol capulí, y una buena selección de música. Sin duda “la música integra”.
Para más información entrar a la página de Perayoc Bungalows.