Los hábitos alimenticios son determinantes para una adecuada salud y bienestar general, tanto en la etapa de desarrollo como a lo largo de la vida. En nuestro país, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 12,5 % de las niñas y los niños sufren desnutrición crónica. Así, resulta importante recordar que una alimentación equilibrada no solo contribuye a un desarrollo óptimo, sino que también sienta las bases para un futuro saludable.
La Dra. Nandy Vega, subdirectora médica de Centros Médicos de MAPFRE, y especialista en nutrición y dietética, destaca que proporcionar a los niños una dieta balaceada y variada es vital para su desarrollo. Según la doctora una alimentación balanceada con proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales y una buena hidratación juegan un papel crucial en el desarrollo físico y cognitivo de los niños en etapa de crecimiento. Por ello, brinda información detallada sobre la importancia de cada uno.
- Las proteínas son fundamentales para la construcción de tejidos y músculos. Es importante incorporar fuentes de proteínas como carne magra, aves, huevos, pescado, legumbres (como lentejas, garbanzos). También tenemos a la quinoa con alto valor proteico, así como los frutos secos como nueces y almendras. Finalmente, los productos lácteos bajos en grasa aseguran un aporte de proteína adecuado para un cuerpo en desarrollo.
- Es importante señalar la importancia de la preparación de las proteínas de origen animal, las cuales deben ser preparadas de manera saludable, evitando frituras y excesos de grasas añadidas. Además, se recomienda servir las carnes magras acompañadas de una variedad de verduras y granos integrales para asegurar una dieta equilibrada y nutritiva.
- Los carbohidratos son la fuente de energía necesaria para el desarrollo de actividades físicas y de aprendizaje intelectual. Cereales integrales, frutas, verduras garantiza un suministro constante de energía y evita los picos y caídas en los niveles de azúcar en sangre.
- Las grasas saludables representan un papel importante en el desarrollo del cerebro. Este tipo de grasas se puede encontrar en alimentos como la palta, atún, salmón y aceite de oliva extra virgen. Asimismo, no se debe limitar ni prohibir en la dieta de un niño, debemos tener en cuenta que aproximadamente el 60% del cerebro es grasa.
- El aporte de vitaminas y minerales es indispensable. Inclúyelas en la alimentación de un niño, ya que ayuda al cuerpo humano a desempeñar funciones corporales esenciales a través del desarrollo de órganos y sistemas. Estas estimulan el funcionamiento del sistema inmunológico, además de favorecer el crecimiento y desarrollo. No debe de faltar en la dieta la vitamina A, que ayuda a una visión y crecimiento saludable. La encuentras en la zanahoria, espinacas, entre otros alimentos. Tampoco la Vitamina C, que fortalece al sistema inmunológico y ayuda para la absorción del hierro. La encontramos en alimentos cítricos como naranja, limón, fresas, kiwi, camu camu, coliflor. Entre otras.
- Adecuada hidratación. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a los niños a mantenerse hidratados. El agua es esencial para muchas funciones corporales, incluido el crecimiento. Durante esta etapa, el cuerpo está experimentando un proceso dinámico de desarrollo físico, hormonal y neurológico.
Una alimentación saludable permite un correcto desarrollo y etapa de crecimiento en los niños. Por ello, es importante que durante esta etapa, usando la cobertura de su seguro de salud, acudan a un nutricionista que proporcione una dieta de acuerdo con las necesidades de su cuerpo. En esa línea, los Centros Médicos MAPFRE ofrecen consultas médicas en nutrición y otras 30 especialidades. Es importante recordar que la nutrición adecuada no solo es un acto de cuidado, sino que es una inversión en la salud a largo plazo.