El inicio de un nuevo año trae consigo la oportunidad de renovarse y redefinir los objetivos para los próximos doce meses. Estas metas suelen abarcar diversos aspectos de la vida; sin embargo, gran parte de ellas están vinculadas a la salud, un pilar fundamental para el bienestar integral. Para que estos propósitos sean efectivos y sostenibles en el tiempo, es esencial abordarlos con una estrategia bien definida, que incluya establecer logros realistas y alcanzables, contar con un plan que permita mantenerse enfocado, y reconocer la importancia de hacer un seguimiento constante, adaptando las metas conforme avanzamos.
Según el Dr. Andy Mendoza, médico general de Sanitas Consultorios Médicos, los propósitos más comunes incluyen mejorar la alimentación, hacer ejercicio regularmente, perder peso, dormir mejor y reducir el estrés. “La creciente conciencia sobre la importancia de la salud, impulsada por tendencias sociales y culturales como el autocuidado y el ‘wellness’, motiva a muchas personas a priorizar su bienestar físico y mental, dado que este influye directamente en la calidad de vida tanto en el presente como en el futuro”, comenta.
De acuerdo con un estudio, las personas suelen abandonar sus resoluciones de fin de año al mes de habérselas propuesto[1], esto se debe a la falta de hábitos sostenibles, la ausencia de un plan claro y la disminución de la motivación inicial. “Establecer rutinas saludables y mantenerlas de manera constante refuerza la disciplina y genera resultados duraderos, lo que crea un ciclo positivo que impulsa la motivación, ya que la repetición diaria de estas prácticas permite que se conviertan en parte de la vida cotidiana, reduciendo la probabilidad de abandonar los objetivos, mientras fomenta una cultura de prevención y disminuye el riesgo de complicaciones a largo plazo”, asegura el especialista.
En esa línea, el Dr. Mendoza comparte cinco consejos prácticos para mantener las metas de salud propuestas a lo largo del año:
- Establecer metas realistas. Es recomendable definir objetivos específicos, medibles y alcanzables. Por ejemplo, en lugar de decir “quiero perder peso”, lo más adecuado sería establecer una meta como “quiero perder 3 kilos en tres meses”. Esta táctica ayudará a mantener la motivación y permitirá celebrar pequeños logros a lo largo del camino.
- Crear hábitos sostenibles. Los cambios provienen de prácticas que pueden mantenerse a largo plazo. En lugar de optar por dietas extremas o rutinas de ejercicio intensas, es mejor incorporar actividades agradables y alimentos saludables. Por ejemplo, caminar 30 minutos al día o incluir más vegetales en las comidas son ajustes duraderos que se integran fácilmente al estilo de vida.
- Monitorear el progreso. Llevar un registro de los avances permitirá visualizar lo lejos que se ha llegado y mantener el enfoque en las metas. Utilizar herramientas como aplicaciones, diarios o calendarios para anotar logros y desafíos es una excelente manera de mantenerse motivado. Además, este seguimiento brindará la oportunidad de ajustar las estrategias cuando sea necesario, garantizando así el éxito a largo plazo.
- Ser flexible y constante. Es fundamental reconocer que habrá días difíciles en los que no se alcanzarán los objetivos. Es aconsejable revisar y ajustar el plan para poder retomarlo. La constancia a largo plazo es más efectiva que la perfección a corto término. Lo más importante es continuar avanzando, aunque sea con pequeños pasos.
- Buscar asistencia de un profesional de la salud. Un nutricionista, entrenador o psicólogo puede ayudar a trazar un plan personalizado y seguro. Estos especialistas proporcionarán la orientación necesaria, motivarán y asistirán en la superación de obstáculos. Contar con respaldo de un experto aumentará la confianza y proporcionará las herramientas necesarias para mantener las metas de salud a lo largo del tiempo.
El experto también enfatiza la importancia de contar con una red de apoyo, que puede estar formada por familiares, amigos o grupos de pacientes con objetivos similares. Esta comunidad proporciona un espacio para compartir experiencias, recibir orientación y sentirse acompañado a lo largo del proceso. “La interacción social, así como el intercambio de logros y desafíos, fortalece el compromiso, disminuye el sentimiento de aislamiento y aumenta las probabilidades de éxito al enfrentar obstáculos o momentos de desmotivación”, comenta.
Finalmente, el Dr. Mendoza destaca que la personalización de los objetivos es necesario para garantizar su cumplimiento, ya que posibilita ajustarlos a las necesidades, capacidades y circunstancias de cada persona. “En Sanitas Consultorios Médicos contamos con un equipo multidisciplinario de especialistas en nutrición, medicina general y otras áreas, dedicado a brindar orientación personalizada para cuidar la salud de nuestros pacientes. Esto nos permite ofrecer planes integrales que no solo facilitan el logro de las metas propuestas, sino que también promueven hábitos sostenibles que mejoran la calidad de vida”, concluye.