CASA DID: proyecto que busca recuperar las casonas del Centro de Lima

El Proyecto de la CASA DID de la Asociación de Diseñadores de Interiores recuperó la casona con el balcón más antiguo de Lima.
Veintitrés diseñadores de interiores intervienen una casona para devolverle su valor arquitectónico. (Foto: DIANA ZILERI)

Las calles del centro histórico están llenas de tesoros arquitectónicos escondidos. Detrás de grandes portones o debajo de hermosos balcones virreinales hay casonas que datan de hace siglos y solo contadas con los dedos han tenido la suerte de ser restauradas.

La principal razón de esta situación es porque no existe un plan nacional para recuperarlas y tampoco presupuesto. Recientemente, una de las casonas que ha sido rescatada del olvido es la Casa Villela en Jr. Conde de Superunda 341. En el último año, la Asociación de Diseñadores de Interiores del Perú (DID) realizó un convenio con la Beneficiencia de Lima, dueña del inmueble, para intervenir esta casona de 13 espacios, que data de 1690 – y tiene el balcón más antiguo de Lima – para ponerla en valor.

La Casa Villela está en Conde de Superunda 341, Centro de Lima.

Para poder trabajar en ella los diseñadores que participaron lo hicieron de la mano con Prolima que envió a sus restauradores y especialistas. “Aquí no entra drywall y tampoco se pueden perforar las paredes que son de adobe”, dijo Mari Cooper, presidenta de la Asociación de Diseñadores de Interiores del Perú, que se formó hace poco más de dos años.

La Beneficiencia de Lima ha quedado tan satisfecha con el trabajo realizado en la Casa Villela que ya están listos para comenzar el siguiente proyecto. El convenio señala que la Asociación de Diseñadores, a través del Proyecto la CASA DID, recuperará cinco casas en cinco años. Ya se hizo la primera. “Es muy probable que en los marcos de las ventanas encuentres una paleta de colores muy interesante”, dice Urpi Alosilla.

Desde fines el Siglo XVII, la Casa Villela que la casa Villela ha pasado de dueño en dueño. Solo en las últimas décadas, y antes de pasar a manos de la Beneficiencia de Lima fue durante algunos años, un museo taurino y también la sede de una congregación religiosa. Hoy se espera que el uso que se le dé genere ingresos que permitan cubrir los costos del mantenimiento.

La misión de la directiva de la Asociación de Diseñadores de Interiores del Perú, integrada por Mari Cooper, Carla Canepa y Diego Olivera, es que lo que se haga con los asociados del gremio sea un proyecto social que “deje huella”. “Aquí se trata de revalorar las usanzas de la Lima antigua en un contexto totalmente diferente”, agrega Urpi.

Lima fue la capital del Virreinato. “Era una ciudad muy ostentosa y hermosa”, señala Urpi y sigue: “Vino el terremoto y luego los incendios… han pasado muchas cosas y lamentablemente ahora encontramos una Lima muy deteriorada. A diferencia de otras ciudades de la región no hay inversión pública para nuestro centro histórico. “No sé ¿qué nos pasa? No entiendo porque no despertamos de ese sueño aletargado”.

Esta restauración ha sido financiada por los propios diseñadores y las marcas auspiciadoras. Para eso la Asociación tuvo que organizar diversos eventos para recaudar fondos que les permitan continuar. “Estábamos atados de manos porque la casa no tenía agua ni desagüe”.

Para el siguiente proyecto, que planean comenzar en el año 2024, “empezaremos a buscar los medios para ejecutar la obra”, dice Mari Cooper. En esta oportunidad “los S/ 370 000 que hemos recaudado de mil en mil” fueron donados a la causa.