El Perú es sin duda la cuna de algunas de las mejores fibras del mundo. Tan es así que “el 80 % de la producción de la lana de alpaca que se exporta en el mundo viene de Perú y con el algodón hay un porcentaje similar”, dice Rossana Effio.
Ella es una de las organizadoras del cuarto Festival Lima Teje que se realizará este 13 y 14 de julio en Lima. Una iniciativa que comenzó hace cuatro años en un espacio de 80 metros cuadrados pero que, debido al éxito que ha obtenido, este año decidieron alquilar 2000 metros cuadrados en el Centro de Convenciones en San Borja.
Uno de los motivos de este evento “es revalorar el tejido en el Perú y darle al tejido hecho a mano la visibilidad que se merece”, dice Effio quién a través de su trabajo como toxicóloga, conoció a Karly Rolas, la creadora del festival. Con ella aprendió a tejer y “desde ahí no he parado”. Es más, ellas junto a Claudia Rodríguez La Rosa, diseñadora gráfica, y Jessica Vílchez, ingeniera de sonido, buscan cualquier momento muerto que tienen durante el día para avanzar con sus tejidos.
Con el Festival Lima Teje también quieren “abrir un campo hacia un rubro de trabajo para los diseñadores que no está explorado”. La mayoría de los que se gradúan en diseño de modas terminan haciendo vestidos de novia o de fiestas pero las organizadoras del festival aseguran que “hay un rubro de trabajo para diseñadores, que es el hand knitting, que todavía no está siendo explorado”.
El tejido es una actividad transversal a la edad, sector socioeconómico y en algunos países, como Argentina, hasta al sexo. Para ellas es importante romper el mito de que solo las mujeres y personas mayores son las que tejen. “Es una actividad que puede ser desarrollada por todo el mundo”, dicen casi al unísono.
Es más, científicamente está comprobado que tejer es una gimnasia cerebral que no produce ansiedad como cuando uno navega sin parar en las redes sociales. “Es terapéutico”, exclama Karly Rolas. “Cada puntada te conecta con el presente y es como un mantra”.
Claudia Rodríguez La Rosa aprendió a tejer con su abuela inglesa. Después de quedarse sin trabajo durante la pandemia, comenzó a dar clases de tejido de manera virtual y puso de moda las medias tejidas en Perú. Para la edición de este festival ella ha sido la encargada de realizar la curaduría de quienes darán los 28 talleres que tienen programados para los dos días. Además de la experiencia para enseñar se ha buscado principalmente talento, técnica e innovación.
Las cuatro organizadoras aseguran que con este cuarto Festival Lima Teje “hemos dado un paso grande y nos llena de alegría”.