“Sostenibilidad a la fuerza: colaboración público-privada, o la eterna lucha contra la inercia. Recordar siempre: insistir, persistir, resistir y nunca desistir” – Lati Naimi.
El sector turístico peruano, tras el vendaval de la pandemia, se encuentra en una encrucijada. ¿Será capaz de superar los niveles pre-COVID y alcanzar nuevas cumbres? Para descifrar este enigma, conversé con Lati Naimi, General Manager de Meliá Lima, quien nos ofrece una visión lúcida y, a la vez, desafiante del panorama actual.
Naimi, con la perspicacia de un experto que ha navegado las turbulentas aguas del mercado hotelero, no esquiva las dificultades. Con una franqueza que inspira confianza, afirma: “Necesitamos superar los niveles pre pandemia”. Esta declaración no es solo un eco vacío; es un llamado a la acción que resuena en cada rincón del sector. La recuperación no se trata solo de números en una hoja de cálculo, sino de un esfuerzo colectivo, una sinergia entre el sector público y privado para relanzar un motor económico fundamental para el Perú.
Las cifras son contundentes y reveladoras. Si bien el turismo peruano ha experimentado un repunte notable, aún se encuentra lejos de alcanzar los niveles de 2019. Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), entre enero y septiembre de 2024, el Perú recibió 2.4 millones de turistas internacionales, lo que representa un crecimiento del 36.5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, esta cifra aún representa sólo el 73.8% de los niveles pre pandemia.
Naimi apunta a una necesidad crítica para un despegue sostenible: “Debe existir un ente regulador”. La falta de una entidad coordinadora efectiva que armonice las políticas y acciones de los diferentes ministerios implicados – Turismo, Comercio Exterior, Interior, etc. – se presenta como un lastre significativo. La fragmentación de esfuerzos genera ineficiencias y dificulta la creación de un ecosistema turístico competitivo a nivel internacional. Cada ministerio, según Naimi, “debe ser independiente, pero con una visión conjunta, trabajando en armonía”.
La recuperación del turismo interno también muestra signos positivos; más de 19 millones de turistas nacionales se movilizaron por el país durante el primer semestre del 2024, lo que representa un crecimiento del 22% en comparación con el mismo periodo en 2023. Sin embargo, este crecimiento no es suficiente para compensar la falta de turistas internacionales. En 2023, Perú recibió 14 millones de pasajeros en total (nacionales e internacionales), lo que fue un 11% menos que en 2019.
La falta de una regulación eficiente no solo afecta la imagen del país ante el turista internacional, sino también a la sostenibilidad del sector en su conjunto. Se requiere una planificación estratégica que garantice la protección del medio ambiente, el desarrollo de las comunidades locales y la creación de un marco normativo claro y transparente que atraiga inversión extranjera.
La visión de Naimi nos deja una frase resonante: “La innovación y la colaboración son las alas que llevarán al turismo peruano a volar más alto.” Es hora de que el Perú, con sus tesoros arqueológicos, su biodiversidad excepcional y su gente cálida, ocupe el lugar que le corresponde en el escenario turístico global. El desafío es grande; recuperar los 4.3 millones de visitantes extranjeros que arribaron en 2019 podría impulsar el crecimiento del PIB hasta 3%. Sin embargo, el Mincetur espera alcanzar esta cifra recién en 2026, lo cual es muy tarde.
Como dijo alguna vez un sabio: “No hay viento favorable para quien no sabe a dónde va.” Este es nuestro momento para trazar un rumbo claro y audaz hacia el futuro del turismo peruano. La recompensa es mucho mayor si se actúa ahora; es tiempo de dejar atrás las dudas y abrazar la oportunidad que tenemos frente a nosotros. El mundo está esperando descubrir lo mejor que Perú tiene para ofrecer; ahora solo falta que nosotros estemos listos para recibirlo con los brazos abiertos y una sonrisa genuina.