El cheesecake de fresa se ha posicionado como uno de los postres más queridos en la gastronomía actual, gracias a su deliciosa combinación de la cremosidad del queso con el dulce sabor de las fresas frescas. Este exquisito postre no solo es fácil de preparar, sino que también se adapta a cualquier ocasión, convirtiéndose en la elección perfecta para quienes desean impresionar a sus invitados.
Ingredientes Clave
Para aquellos interesados en preparar este delicioso cheesecake, los ingredientes necesarios son simples y accesibles. Para la base, se requieren 200 g de galletas de vainilla, 100 g de mantequilla derretida y 2 cucharadas de azúcar. El relleno se elabora con 400 g de queso crema a temperatura ambiente, 200 g de azúcar, 3 huevos, 1 cucharadita de extracto de vainilla y 200 ml de crema para batir. Para la cobertura, se necesitan 300 g de fresas frescas, 100 g de azúcar, 1 cucharada de jugo de limón y, opcionalmente, 1 cucharada de maicena para espesar.
Proceso de Preparación
La preparación del cheesecake comienza con la base. Se debe precalentar el horno a 180°C. Las galletas se trituran y se mezclan con mantequilla y azúcar antes de ser presionadas en el fondo de un molde desmontable. Tras hornear la base durante 10 minutos, se deja enfriar.
El siguiente paso es el relleno. En un bol grande, se bate el queso crema con el azúcar hasta lograr una mezcla suave. Se añaden los huevos uno a uno y se incorpora la crema para batir y el extracto de vainilla. Esta mezcla se vierte sobre la base de galleta enfriada y se hornea durante 50-60 minutos.
Una vez horneado, el cheesecake debe enfriarse dentro del horno con la puerta entreabierta durante una hora y luego refrigerarse por un mínimo de 4 horas.
La cobertura de fresa se prepara cocinando fresas con azúcar y jugo de limón hasta que suelten su jugo. Para quienes prefieren una textura más espesa, se puede añadir maicena disuelta en agua.
Un Postre para Todos los Gustos
Al momento de servir, el cheesecake se desmolda y se cubre con la mezcla de fresas, decorando con algunas fresas frescas. Este postre puede disfrutarse tanto como cierre de una comida como en una merienda, acompañado de una taza de café.
El cheesecake de fresa es, sin duda, una elección deliciosa que promete deleitar a todos, convirtiéndose en el protagonista de cualquier mesa.