A Coco Marusix le brillan los ojos cuando habla de Vedette. Tras una primera temporada avasalladora, el espectáculo inspirado en su vida regresa por dos últimas funciones el 4 y 5 de diciembre en el Teatro NOS, como un cierre en clave de fiesta para una carrera que no se explica sin luces ni público. “Si se hace, se hace bien. Si no, no se hace”, dice Coco, todavía perfeccionista en cada ensayo de baile y actuación. En escena conviven la infancia que soñaba con escenarios, la bailarina que eligió el arte por encima de la universidad y el personaje que se define sin rodeos: “Siempre dije que soy chola recia y lo reafirmo”. En entrevista con Ellos & Ellas, recordó anécdotas que en algún momento la vincularon con Jaime Bayly, marchas del Orgullo en Nueva York y el tiempo familiar que comparte con sus sobrinos, la vedette sigue demostrando tras una larga trayectoria que aprendió a no depender de la aprobación ajena. Vedette funciona entonces como una carta de amor al escenario y a la libertad de ser exactamente quien se es.
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