Desde niña mostró fascinación por la música. Una Navidad pidió un piano y lo tocaba sin descanso, buscando acordes nuevos y aprendiendo canciones hasta que el día se apagara. “En la pandemia, lo que tocaba era estar feliz de la vida”, recuerda su madre. Así que decidió apoyarla. Una niña brillante, aplicada en el colegio, con una energía que solo encontraba equilibrio en la música sin descuidar los estudios. Antes del encierro, una profesora notó su facilidad para expresarse y le sugirió clases de teatro. Ese consejo la llevó al Centro de Educación Artística de Televisa (CEA), donde estudió primero de forma virtual y luego en México. Allí descubrió su verdadera vocación en las clases de canto. Más adelante, complementó sus estudios con más cursos, llegando a tomar clases en la prestigiosa Berklee, donde sus compañeros la animaron a trabajar en canciones propias. Hoy, inspirada por artistas como Olivia Rodrigo y Sabrina Carpenter, transforma sus emociones adolescentes en canciones. Su cuarto single, Stupid Lies, producido por Alcanfores Studio, roza las 70 mil vistas en YouTube. “Casi todos los días le doy una o dos horas a la música”, dice. “Es lo que realmente me gusta y quisiera seguir haciéndolo”, finaliza.
Suscríbase al contenido
Esto es material premium. Suscríbete para leer el artículo completo.
 
			         
			        