En mayo de 2025, Friedrich Merz asumió como el décimo canciller de la Alemania de posguerra, en un momento de extrema presión internacional y desafíos internos acumulados. Su elección –después de un insólito tropiezo en la primera votación parlamentaria– fue la cristalización de un escenario en el que Europa, tambaleante, demanda un nuevo eje de estabilidad.
Pero ¿qué tan lista está Alemania para asumir ese rol? Y ¿cómo navega Merz entre tensiones transatlánticas, el resurgimiento geoestratégico ruso y una economía estancada?
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