Octubre en Lima tiene un sabor inconfundible. A cada paso por el centro de Lima cerca a la iglesia Las Nazarenas, se cruzan el color morado, el incienso, la cera y el dulzor del turrón y los picarones. Para Elizabeth Du-Bois, fundadora de Dulce Perú, esa mezcla de fe y azúcar es una herencia que debe conservarse. “El turrón de Doña Pepa es el clásico de los clásicos. El peruano, además de calentón, es turronero”, dice entre risas, mientras muestra sus postres.
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