El Teatro Municipal es un escenario dentro del escenario. María Grazia Gamarra va de un lado a otro, con mucha prisa, pero sin perder su encanto natural. Ensaya Cyrano, se cambia en el camerino, posa para fotos y piensa en el rodaje de la serie que la espera al día siguiente. “Para mí es un placer poder echarme en mi cama a dormir al final del día y decir wow, qué alucinante trabajar haciendo lo que me gusta”, comenta mientras organiza la agenda que la lleva de Lima al Municipal y del set de televisión al verso clásico.
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