En octubre, cuando la comunidad china celebra su Día Nacional y el Festival de Medio Otoño, Lima recuerda la profundidad de un vínculo centenario. No se trata solo de la gastronomía o del comercio, sino de una memoria de una larga historia que aún se renueva en las vidas de quienes heredaron esa migración. Entre ellos, Fernando Chang León se erige como un personaje muy singular. Es ingeniero eléctrico de formación, pero también escritor, pintor y músico. Su figura condensa la disciplina transmitida por sus antepasados y una curiosidad artística que no se detiene.
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