En los meses previos al Congreso Constituyente Democrático, el Perú vivía entre el aislamiento internacional tras el autogolpe de Alberto Fujimori y la violencia senderista que golpeaba a diario. CARETAS fue uno de los pocos medios que denunció la deriva autoritaria del régimen y registró las tensiones de un proceso que no requería de una ruptura democrática para reformar la Constitución. El verdadero objetivo: blindar el capítulo económico diseñado por Carlos Boloña y su equipo.
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