La violencia avanza y el Estado reacciona tarde. Mientras las bandas transnacionales disputan el control de las rutas del transporte público, los asesinatos y extorsiones se multiplican en todo el país. Cada 19 minutos una persona denuncia ser víctima de este delito. Aunque Perú mantiene cifras de homicidios menores frente a Colombia, México o Ecuador, la tendencia al alza muestra que el crimen organizado gana terreno y el gobierno parece no tener una estrategia clara para frenarlo.
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