La risa en Johanna San Miguel es una cosa seria. No se trata del gesto simple que se arranca con algún punchline corrosivo de Queca. En Corazón de Loba, su nueva obra teatral que se estrena este 19 de septiembre en el Teatro Peruano Japonés, la comedia –que parodia las telenovelas cliché de los años 70– adquiere texturas que se filtran entre frustraciones, recuerdos y el eco incómodo de una industria donde a veces no queda otra que hacer milagros con guiones “horrorosos, pésimos y paupérrimos”. Todo por sobrevivir. El punto de partida es una telenovela ficticia y mal escrita, pero también un espejo de lo que callan las actrices, de lo que se negocia en camerinos y de lo que nunca ve el espectador mientras espera el siguiente comercial.
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